Robin disfrutaba mucho de vivir de manera silenciosa y atenta, era como una mariposa que volaba de forma discreta, siendo apreciada por su belleza y, al igual como una mariposa, podía ser el consuelo de un corazón herido, o podía causar el famoso efecto mariposa, -como lo hacía con la marina y el gobierno mundial por entender un lenguaje prohibido- en cualquiera de los escenarios, su presencia estaba llena de misterio.
-¿Vienes a preguntar lo mismo?
Robin toma asiento al lado de Zoro, habían desembarcado en una isla primaveral y decidieron quedarse en la orillas. Nami, Franky y Brook tomaban el sol, mientras que Usopp, Chopper, Luffy y Sanji construían un castillo de arena.
-¿Está vez tienes una respuesta clara?
El espadachín suspira, estaba recargado sobre sus brazos en una palmera, alejado del resto, cuidando a la tripulación de cualquier amenaza, quería que disfrutarán esas pequeñas vacaciones, antes de que la tormenta los ataque de nuevo en Wano.
-Yo....
Zoro duda de sus palabras, pero ve con detenimiento a Sanji, este cual niño, estaba llenando una cubeta con arena y encima de el estaba Chopper dándole indicaciones. Era gracioso de ver, de Luffy y Usopp era normal, eran como niños, pero de Sanji era nuevo. Desde la noticia de Zeff nadie de la tripulación lo dejaba solo y siempre lo incluían en sus actividades y juegos.
Recuerda que una noche Sanji regreso con su cabello en punta después de sufrir la explosión de una máquina de Franky, que otra noche el cocinero no dejaba de balbucear una melodía que Brook le enseño a tocar en su violín, que una noche llegó oliendo a flores y aceites por una sesión de belleza con las chicas del barco, o de otra noche que llegó oliendo a medicamentos por ayudar a Chopper a ordenar sus insumos.
Sanji nunca tenía tiempo para sentirse triste, pues su tripulación no lo dejaba. Y cuando las luces al fin se podían apagar, era Zoro quien lo abrazaba por la espalda y lo instaba a dormir. Quien ejercía más fuerza a sus brazos al sentir que las pesadillas visitaban a su esposo, quien se negaba a soltarlo una vez que tenía que levantarse a preparar el desayuno.
Pequeñas cosas que se volvieron en regla y que hacían que el Sunny se sintiera feliz, que incluso la madera brillará más con los rayos del sol y que bailará al compás de las olas.
-¿Te gusta el señor cocinero?
Robin le da una sonrisa casi maternal y Zoro ve los brillantes cabellos del ex príncipe.
-No.
Zoro deja de recargarse sobre la palma y ve su mano donde estaba el anillo.
-Creo que...lo amo
Y eso desencaja la mirada relajada de Robin, no creyó que Zoro fuera capaz de sincerarse por completo.
-Esto es una locura - el espadachín cubre sus ojos con una mano, sabía bien que los ojos decían más que mil palabras y no estaba listo para estar al desnudo frente a la arqueóloga- cuando Luffy dijo que me casará con el, solo podía pensar que era un fastidio y un obstáculo para mí sueño ...y ahora....no puedo imaginar pasar una noche sin el. Es estúpido, pero no me desagrada esto.
Y la morena -no tan morena- se levanta y le extiende la mano al espadachín.
-Vamos con ellos, se ve que se estan divirtiendo.
Y Zoro toma su mano para seguirla, los serios constructores de castillos de arena los reciben con una sonrisa y les invitan a unirse. Zoro, por ordenes de Chopper, intenta moldear un cañón y un soldado.
-Eres horrible para las cosas manuales- Sanji se burla en su cara y el espadachín quiere reclamarle, pero en vez de eso se acerca a su oreja y le susurra.
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Entre espadas y cuchillos
FanficLuffy necesitaba un cocinero y Zeff una persona de confianza para liberar a su hijo adoptivo del Germa. Zoro no necesitaba un esposo. Y bueno, a Sanji nadie le pregunto si necesitaba algo.