Capítulo 3

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Alycia Pov.

Me encontraba en medio del bosque, el ruido del aire contra los inmensos árboles era lo único que se escuchaba.

- ¿Quién anda ahí? - voltee rápidamente hacia los sonidos de hojas rompiéndose.

Ahí solo había dos iris rojos, era lo único que sea veía iluminado a través de la poca luz que emergia de la luna que era cubierta por las nubes.

- ¿Quién eres?, ¿Qué quieres de mí? - solo me sigue mirando. - ¿Por qué me sigues? - el lobo da unos pasos hacia mi saliendo de entre los arbustos.

Su pelaje era completamente negro, que pasaría desapercibido sino fuera por sus ojos rojos como la sangre.

- Debo estar loca si hablo con un animal en medio de la noche y en un bosque, ¿Cómo llegué aquí? - miro a mi alrededor.

Se supone que estaba en mi cama durmiendo, no en medio del bosque en una noche oscura y con la luna en su máximo esplendor.

Mire al lobo que seguía frente a mí y sentí mis manos comenzar a sudar, busque la daga que me había dado mi hermano. Sabía que ellos salían a cazar cada luna llena o al menos eso decía en el bestiario.

El aullido de un lobo a lo lejos resonó por el bosque y el lobo solo me dio una última mirada para irse por dónde apareció.

Abrí los ojos y la oscuridad de mi habitación me inundó.

¿Qué mierda había sido eso?

Mire el reloj y eran las 04:30 a.m. y ya había perdido las ganas de seguir durmiendo. Me coloque le pie para caminar hacia la ventana de mi habitación que daba hacia el bosque, recuerdo haberla cerrado y ahora estaba abierta.

- Debe estar más vieja que mi abuela - murmuré intentado cerrarla de nuevo. - ¿Qué mierda es eso? - susurré intentado ver de quién era la silueta que estaba al inicio del bosque, era obvio que era un humano.

Debía estar alucinando por apenas estar recién despertada y con algo de sueño en mi cuerpo.

Se giro y se perdió en la espesura del bosque parecía tenebroso a esta hora.

¿Sigo soñando?, me pellizco para ver si sigo durmiendo pero sé que estoy tan despierta cuando siento el ardor en mi brazo.

Debería intentar dormir de nuevo y olvidar lo que acabo de ver, debo estar enloqueciendo por estar en medio de un bosque, en una inmensa mansión llena de armas y cabezas de animales.

Busco la daga que me dio mi hermano y la colocó abajo de mi almohada, podría necesitarla en algún momento.

En las profundidades del bosque...

Alguien caminaba hacia el fondo del bosque, se escuchaba el agua correr y un silencio que para algunos podría ser aterradores pero para ella no era así.

- ¿Así qué es ella? - la voz proviene detrás de un árbol a la izquierda de la persona. - Por fin la has encontrado - corre a felicitar a su amiga.

- Sí, aunque casi es herida por un hechicero tenebroso - mira hacia el cuerpo de un hombre que venía arrastrando con una mano.

- Ella es una de ellos - murmura y se forma en un silencio. - Sabes que está prohibido crear lazos con cazadores, somos enemigos naturales - la joven rueda los ojos por esa absurda regla.

- No me voy a alejar de ella ahora que la he encontrado, ya es suficiente el dolor por estar lejos de ella - continúa caminado, quería ir hasta la parte más oscura del bosque y dejar ahí el cuerpo del hombre para que las criaturas más aterradoras se hicieran cargo de él.

Alfa (Alycia Debnam-Carey y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora