♡ Papá, ¿estás enamorado? ♡ (ADAPTACIÓN)

4- Dudas

Carlos suspiró con pesadez después de escuchar a su madre, ella a veces parecía estar igual que Isa, emocionada porque él conociera a alguien.

- Es un capricho de Isa, ya se le pasará- Respondió muy a la defensiva hacia su madre.

- ¿Pero si le explicaste que no estás interesado en conocer a alguien? - Preguntó y por el silencio de su hijo pudo afirmar que no lo hizo - Sainz, Sainz - Colocó dos dedos en cada una de sus sienes.

- ¿Y crees que entienda? Tiene seis - Reyes alzó una ceja.

- Tu hija de seis años quiere que tengas una pareja y ya la eligió por ti, ¿Y dices que no entenderá si le explicas que no quieres una relación? - Carlos suspiró con gran frustración - Respóndeme una sencilla cosa - El pelinegro miró a su madre - ¿Aún sientes algo por Lando?

- Han pasado seis años, ¿En verdad crees que seguiré sintiendo algo por él? Sólo estoy enfocado en mi hija, únicamente me desvivo por ella y no necesito más.

Sintió como su teléfono vibraba en el bolsillo trasero de su pantalón, lo sacó y se desconcertó al ver el nombre de contacto «Charlie ♡» su hija ya no iba a utilizar su teléfono, respondió pues suponía que era algo sobre su hija. Escuchó con atención y apenas le dijeron el motivo por el cual lo llamo le pidió a su madre las llaves del auto y sin dar explicaciones salió de la casa para ir a la escuela.

Al llegar lo dejaron entrar y apresurado llegó hasta la dirección donde estaba su pequeña, se preocupó mucho al ver las rodillas de su pequeña raspadas, aunque su maestro estaba curando las heridas.

- Papi - Isabella estiró sus cortos bracitos para que se acercará.

- Aquí estoy, ¿Duele mucho? - Su pequeña asintió, dejó un pequeño beso en su frente.

Sin notar como Charles sonreía al haber visto tan tierno gesto, terminó con la rodilla de Isa y se levantó para tirar lo que utilizó y para dejar otras cosas.

- Señor Sainz - Carlos alzó la vista para mirar al maestro de su hija - Si gusta puede llevarse a Isa - El más alto asintió mientras se levantaba y con sumo cuidado cargaba a su pequeña.

- Gracias - Sonrió en agradecimiento.

- No es nada - Le devolvió la sonrisa.
Y eso a Isa le agradó, esta vez no fue uno de sus planes para que su papá viera a su maestro, eso sí había sido un accidente. Carlos por curiosidad le preguntó a Charles cómo iba su pequeña y por suerte recibió una respuesta positiva.

Carlos podía decir lo que quisiera, pero era evidente de que Isabella estaba muy conciente de lo que pasaba a su alrededor.

Cuando terminaron de hablar, una vez más Carlos agradeció y le sonrió a Charles siendo correspondido, entonces Isa se felicitó porque su plan estaba funcionando y ya casi tenía un papá nuevo.

- Pequeña - Se colocó de cuclillas cuando dejo a su hija en el asiento del auto - ¿Tú le cambiaste el nombre de contacto a tu maestro?

- ¿Yo? - Se señaló y negó - No papi.

- Eres la única que le dice Charlie - Su hija se hizo la desentendida y siguió negando.

- Tú le acabas de decir Charlie - Carlos sonrió y negó - Papá.

- Dime pequeña.

- ¿Estás enamorado? - La pregunta lo tomó de sorpresa que no supo cómo reaccionar, es más tanta fue la sorpresa que tampoco supo que responder y finalmente decidió no responder.

- Bueno ya hay que irnos, porque dejé preocupada a tu abuela - Jinha se cruzó de brazos y abultó sus labios.

Su papá era muy malo por no responderle, pero en algún momento le iba a responder o eso quería creer.

[...]

Isa miraba como muchos niños caminaban con sus dos padres mientras ella sólo con su papá y eso incrementaba la duda ¿Por qué sólo tenía un papá y no dos?

- Papi - Carlos miró a su hija - ¿Por qué yo sólo tengo un papá? ¿Por qué no tengo otro papá o mamá? - El pelinegro formó una mueca, no esperaba que su hija quisiera preguntarlo en ese momento.

Y siendo sincero no sabía cómo podía responderle a su hija que su otro papá simplemente decidió tenerla pero no tener la responsabilidad de hacerse cargo de ella y desapareció.

- ¿Papi?

- Eso no importa pequeña, lo que si importa es que estamos tú y yo - La cargó y besó su mejilla.

Isa sólo sonrió y abrazo su cuello, siguieron su camino deteniéndose en un par de tiendas para compar cosas necesarias para su hogar, también comprando otras cosas por gusto de ambos.

- Papi, tengo hambre - Colocó una de sus manitas sobre su estómago y abultó sus labios.

- Ya vamos a casa y cocinaré algo muy rico para ti - Su pequeña asintió frenética.

Terminaron sus compras así que era momento de regresar a su casa, como de costumbre en el camino Isabella le contaba a su padre sobre su maestro y lo lindo que era, Carlos sólo la escuchaba sin decir alguna palabra, hasta que escuchó a su hija mencionar a alguien más.

- Siempre lo visita, le sonríe mucho, también le dice que es muy bonito, lo invita a comer y una vez lo besó en su cachetito - Comentó disgustada al igual que formaba una mueca.

- ¿Ah sí? - Murmuró.
¿Por qué le molestó? No sabía y no quería saberlo.

Siguieron su camino hasta llegar a su hogar, envío a su pequeña a hacer su tarea mientras él hacía la comida. Mientras cocinaba entro en razón ¿Por qué su hija se había mostrado tan disgustada cuando le comentó lo de su maestro?

[...]

- Daniel - El mayor le sonrío y Charles no evitó abrazarlo con emoción tenía años que no lo veía - Entra.

- Gracias, ¿Lorenzo no está? - El menor negó mientras recogía sus cosas- Que sorpresa - Ambos rieron - ¿Te interrumpí? - Preguntó cuando lo vio recoger sus cosas.

- Un poco, pero no me vendría mal un descanso - Le pidió que esperara en lo que iba a dejar sus cosas a su habitación. Cuando regresó le sonrió a Daniel al llamar su atención - ¿Qué haces por aquí? ¿Y por qué no avisaste
- El mayor se encogió de hombros.

- Vine aquí por dos razones, la primera para conocer a los padres de mi novio y la otra por temas del trabajo de mi novio - Charles formó una mueca de sorpresa.

- Ya vas a formalizar - Daniel asintió- Felicidades.

- Gracias, ¿Que hay de ti? - El pelinegro lo miró y negó - ¿No?

- Pues no, estoy más enfocado en mi trabajo - Comentó mientras se dirigía a la cocina - ¿Quieres algo?

- Estoy bien, entonces nada es más importante que tu trabajo - El menor negó.

- O sea si estoy enfocado en mi trabajo y demasiado pero tengo otras cosas en las cuales enfocarme - Daniel alzó sus cejas - ¿Que hay de ti?

- Igual estoy enfocado en mi trabajo, a veces es un poco frustrante pero no me quejo.

- ¿Contador, cierto?

- Muy cierto, por lo que vi sí lograste hacerle entender a tu madre que querías ser maestro - Jongho ladeó su cabeza de un lado a otro - ¿No?

- Pues no, ella sigue queriendo que tenga otro trabajo - Bufó - Sí se supone que vienes a conocer a los padres de tu novio ¿Entonces que haces aquí?

- Es hasta la noche, le dije que vendría a verte porque hace años no te veo, igual a Lorenzo pero no está, espero verlo antes de que me vaya.

- Bueno tendrías que tener mucha suerte, casi nunca está aquí en la casa - El mayor negó con una pequeña sonrisa.

Siguieron platicando un par de horas más de cosas al azar y en espera de que Lorenzo se quisiera aparecer, pero no y Daniel ya no podía quedarse más tiempo, le pidió que le dijera a Lorenzo que quería hablar con él, después de eso se retiró.

Charles preparó su cena para después seguir con su trabajo para el día siguiente.