or hide in the closet

Parte 2: Cachorrito

Louis sabe lo que sucede cuando Harry no se levanta de la cama. Y no es como si estuviera dormido, porque Louis lo ha llamaba ciertas veces desde el marco de la puerta y Harry responde con un simple sonido, desapareciendo más entre las sábanas.

Harry se pone grande, un poco más de lo que ya es, así que Louis debe comprar sábanas que lo cubran bien del frío cuando lo necesita. Otras veces, solo el cuerpo de Louis es necesario, a pesar de ser mínimamente menos grande que él.

Cuando Louis acepta recostarse a su lado, el castaño duda de si Harry realmente es un híbrido de oso, porque parece más un cachorrito entre sábanas con orejitas pequeñas. Pero luego está Harry levantándose de madrugada, otra vez, para poder comer todo lo que pueda hasta que Louis tiene que detenerlo y llevarlo a la cama. Usualmente, Harry busca cariño en esos días, así que Louis lo hace.

—¿Está bien? —Louis le susurra cerca de sus labios. Y Harry es muy consentido, siendo su mayor defecto, así que siempre se alza para besar a Louis si este está muy cerca, incluso si Louis no tiene la intención de besarlo en sí. Pero Harry lo hace, con una mano aferrada a la espalda del castaño y otra sobre la gruesa sábana debajo de ellos.

—Sí —apenas fue un susurro de respuesta, suficiente después de un beso largo. Luego, Harry tira su cabeza hacia un costado mientras los dedos de Louis siguen jugando con su húmedo miembro, aprovechando la calidez de sus dedos para darle calor a Harry—. Por favor...

A Harry no le gusta decirlo, pero Louis lo conoce perfectamente. Sabe lo que necesita antes de que siquiera lo diga, así que lo hace por él. Una de sus manos acaricia su oreja de oso mientras su otra mano sigue trabajando abajo. Así, Harry reacciona como siempre lo hace; cierra los ojos con fuerza y se acerca al toque de Louis, casi doblado sobre el colchón, a la vez que hunde sus caderas. El tocar sus orejas es así, dando como resultado a un Harry sensible por todos lados y sonrojado hasta sus orejas humanas.

Pronto, Harry termina dejándose llevar y Louis sabe que es suficiente cuando el cuerpo del rizado se sacude violentamente con sus caderas moviéndose de arriba hacia abajo mientras termina de correrse. Harry tiembla mientras tanto, y Louis ama ya saber qué hacer cuando eso sucede. Harry está envuelto en sábanas al poco segundo, con su cuerpo desapareciendo en los edredones especiales que han comprado. Así, Harry duerme de largo con todo su rostro rojo hasta que vuelva a tener hambre y pueda atacar al refrigerador en horas no aptas.