or hide in the closet

Parte Final: Vientre Hinchado

La hibernación de Harry toma la mitad de lo que le tomaría a un oso. Es un híbrido, así que Harry pasa de pie durante varias horas antes de sentirse con sueño e irse a dormir a su nido. Muchas veces, trata de mantenerse más tiempo despierto para estar con Louis, pero este le repite que está bien.

Para cuando la hibernación de Harry termina, ya ha pasado navidad, año nuevo, el cumpleaños de Louis y el del mismo rizado. Solo sucede de la nada, con Harry manteniéndose despierto más tiempo con el rostro fresco y con muchos más ánimos, pero siempre con la sábana cubriendo su cuerpo. Para cuando Harry deja la sábana, Louis sabe que el tiempo ha acabado.

Louis se da cuenta de que se terminó cuando la cama está vacía a su lado y el nido en el armario también lo está. En el primer piso, Harry cocina mientras la radio está encendida en algún canal que Louis desconoce.

—¿A qué hora te despertaste? —Louis le pregunta a sus espaldas. Harry se encoge con un suspiro.

—Pues temprano —responde con obviedad—. Sabes que odio estar en la cama todo el tiempo.

—Ujum —Louis rueda los ojos—. ¿Podemos salir hoy, entonces?

—Sí, claro. Ve a la sala, te llevaré el desayuno...

Louis ni siquiera piensa que es extraño que Harry no esté sobre él besándole o acurrucándose a su lado, o que incluso le ha dado la espalda todo el tiempo. Louis solo piensa en ir a la sala y leer el periódico, con calma y con el frío desapareciendo poco a poco. No le toma importancia a nada más que el periódico, incluso cuando Harry deja el desayuno sobre la mesa frente a él y se para por algunos segundos a verle.

—Oye —lo llama lentamente, apartando el periódico y sentándose sobre él sin problema. Louis también lo hace cuando necesita atención, así que mira a Harry con una sonrisa antes de sostenerlo.

—Dime.

—Nada —dice él con las mejillas infladas.

Para entonces, Louis comienza a sospechar.

—¿Estás seguro? —le pregunta.

—Sí, lo estoy —responde Harry con seguridad, tomando las manos de Louis y jugando con ellas. De un segundo a otro, el juego termina y las coloca sobre su vientre, sin decir nada más. Louis sonríe, porque piensa que Harry ha comido tanto que no necesitará más hasta la próxima hibernación. Pero cae en cuenta un poco tarde.

Así, Harry sonríe como un tonto mientras las manos de Louis siguen sobre su exagerado vientre hinchado.