prologo

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A veces hace falta contar cosas con delicadeza,como si se lo contarás a un niño pequeño,que no sabe mucho sobre el mundo, porque cuando uno es pequeño,ve la vida como...

Digamos que como aun dulce.

Ve el emboltorio,brillante y colorido sin importarle mucho su sabor.

Puede ser dulce como el de fresa.

O amargo como el de limón.

Pero no es su culpa, porque uno nace sin querer hacerlo,y la vida que toque es como si fuera una ruleta de la surte.

No se sabe bien como será la vida,unos desearán cosas,pero nunca harán nada porque se cumplan.

Por qué los deseos son la chispa de la vida,pero si no haces nada esa chispa de apagará;pero si te esfuerzas será una llama enorme que te alumbrará por muy oscuro que esté todo

El diario de una  pequeña luciérnaga Donde viven las historias. Descúbrelo ahora