capitulo 4

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El lobo y el armario

La pequeña luciérnaga se está escondiendo,por qué el mounstro es un lobo de nuevo.

Ha entrado echando fuego por la boca y sus garras parecen más agresivas y los golpes de sus patas retumban en la casa,pero lo peor son los ruidos que hace,que harían temblar hasta al guerrero más temerario.

La pequeña luciérnaga se está tapando la boca con sus pequeñas manos para que ningún sonido salga de ella.

ninguna respiración

Ningún movimiento tampoco,aunque ya nota si cuerpo entumecimiento,pero la frustración de perder el escondite supera a todo eso,

Ojalá lo fueran,ser invisible para los ojos del mounstro,a me ido pensaba en que ser un mountro—perdón,uno de sus amigos— no estaría mal,ya que ella era la única que los veía,parecían que únicamente se aparecían ante ella.

O que ella era la única que los veía.

Tal vez esa era la razón por la que siempre era los niños pequeños que decían

"Hay un mounstro debajo de mi cama"

Porque los monstruos espeluznantes de los niños era así, para algunos desaparcian para siempre,para otros estaban ahí cada día,pero no todos eran buenos

El diario de una  pequeña luciérnaga Donde viven las historias. Descúbrelo ahora