Eduardo

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Soy un chico que normalmente se la pasa practicando fútbol o básquet, soy reservado, soy algo irresponsable, poco detallista, poco atento, sociable, negativo y algo amistoso.

Si les soy honesto yo odiaba el amor, siempre veía parejas que al cabo de dos semanas terminaban mal, parejas que solo estaban juntos por apariencias, parejas que discutían todo el tiempo y además mis papás se divorciaron cuando yo tenía ocho años así que para mí el amor no existía.

Nunca tuve la intención de buscar a la chica perfecta o de intentar salir con alguien de forma amorosa, ni siquiera tengo amigas, hace mucho que deje de hablar con chicas pues la verdad no me gustaba convivir con ellas.

Era como si me gustara pasar más tiempo con chicos que con chicas, pero debo admitir que si hubo una que otra chica que llegó a llamar mi atención, aunque solo era por su físico y sinceramente ninguna llegó a ser algo más que solo una amiga hasta que la conocí a ella, esa chica que se robó mi corazón no por su físico o tal vez si, si no que más bien por su forma de ser.

Nunca tuve el valor de contar la única experiencia amorosa que tuve por que aunque fue una relación extremadamente bonita y sana no terminó como hubiera querido y en parte fue mi culpa, tenía miedo de que las personas me juzgarán por como me comporte durante la relación que tuve con Iris mi primera novia y la única mujer a la cual he amado.

Conocí a Iris en una competencia de Básquet, verán, durante la preparatoria forme parte del equipo de Básquet masculino y en una ocasión nos llevaron a competir a Guadalajara y en aquella preparatoria estudiaba Iris.

Ella era la novia del capitán del equipo contrario y desde que la vi quedé asombrado con su belleza, no era como esas chicas que se maquillan y se ven increíbles, no ella era diferente, ella era hermosa naturalmente, no usaba maquillaje ni usaba ropa con escote, prefería verse más natural y más conservadora.

La verdad en un inicio si me atrajo físicamente, no tenía el mejor cuerpo pero era hermosa, algo en ella me llamaba mucho la atención, creo que me gustaba mucho que ella era hermosa a su manera, que era diferente a las demás pues la mayoría de las chicas de mi preparatoria tenían un cuerpo muy desarrollado y se maquillavan en exceso, algo que Iris no hacia.

Ella me hablo primero, me dio la bienvenida y me dio un recorrido por la preparatoria, me mostro mi dormitorio y donde sería el partido, también me contó un poco sobre la historia de esa institución y me presentó a los maestros y autoridades.

En ese momento no quería acercarme a ella pues en primera tenía novio y en segunda nunca la volvería a ver, de cualquier forma no creía que alguien como ella se fijará en alguien como yo.

El partido terminó y quedamos en empate así que los maestros decidieron que habría una revancha al día siguiente, afortunadamente tuvimos que quedarnos otros dos días y durante ese tiempo pude convivir un poco más con Iris.

Iris era simplemente perfecta y antes de que todo mundo se enoje se que nadie en esta vida lo es pero ella lo era a su manera, para mi ser perfecto no necesariamente significa que nunca se equivoque, que alguien sea perfecto significa que es increíble a su manera, siendo ellos mismos, que se quieren tal y como son, que no tienen la necesidad de acoplarce a lugares en los que no encajan, tampoco significa que son de excelencia académica, a lo mejor expertos dicen eso pero cada uno puede serlo a su manera, para mi ella era perfecta y eso que honestamente si cometía muchos errores pero que más da, todo cometemos errores y es normal.

Al final el juego lo ganó el equipo contrario y mi equipo estaba muy decepcionado pero yo no, gracias a este juego conocí a la chica de mis sueños así que no estaba decepcionado.

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