Aurora

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Esta será una historia algo corta y breve y puede que no sea muy específica. También puede que sea algo rara pues me costó trabajo aceptar este sentimiento y gracias a ello no pude redactarla muy bien.

Esta anécdota paso cuando tenía entre trece y catorce años, cuando estaba en la etapa en la que descubrimos cuales son nuestros gustos, nuestras metas y sueños, nuestra forma de ser, de hablar y actuar.

Verán, yo tenía un grupito de tres que inició a finales de primero, era un grupito muy unido y divertido, un grupito que la verdad no cambiaría por nada del mundo pues con ellas descubrí que las verdaderas amistades si existen y además es un grupito que actualmente todavía sigue en pie.

Una de ellas era una chica muy tranquila, reservada, callada, algo tímida, inteligente, responsable, amable y atenta y también cabe mencionar que era y es una chica muy hermosa.

Ella era muy conservadora y no solía utilizar ropa con escote, no se maquillaba tanto y tampoco le importaba lo que las demás personas opinaran sobre su forma de ser o de vestir.

La verdad siempre dije que yo era hetero, pero luego de que la conocí a ella empece a dudar de eso.

Siempre dije que se veía muy bonita y que me gustaba mucho su forma de ser y de vestir, pero nunca llegue a pensar que terminaría gustandome pues nuestra relación siempre fue de amistad.

Durante segundo ella conocio a una chica que se volvió su mejor amiga, pasaba mucho tiempo con ella y se alejó de mi, al principio era normal y no me molestaba pero después comenzó a tener ciertas acciones que me provocaban unos celos muy intensos.

Mis amigas y yo no somos celosas ni mucho menos posesivas, siempre fuimos muy de la idea de que cada una podía tener cuantas amigas quisiera, pero estos celos que yo tenía no eran normales o bueno no en una amistad.

Me gustaba mucho pasar tiempo con mis amigas y siempre había sido muy unida a todas, nunca habia tenido preferencias pero con ella era diferente había ocasiones en las que solo quería estar con ella, que solo quería hablar con ella, que solo me importaba ella y la mayor parte del tiempo solo pensaba en ella.

Al principio me costó trabajo aceptar que ella me gustaba pues como mencione antes según yo era hetero así que me costó mucho, al final decidí aceptarlo pues pensé que así pasaría más rápido, pero creo que me equivoqué.

Normalmente ella es una persona que no le gusta el contacto físico pero con esa amiga era diferente, a mi no me permitía abrazarla amenos de que ella lo pidiera y con esa chica pasaba la mayor parte del tiempo abrazandola o agarrandola de la mano.

Nunca supe por que me causaba tantos celos si no eramos más que solo amigas, no tendría como por que comportarme así, cuando ella es una de mis mejores amigas, todo esto me ponía mucho a pensar, me enojaba el hecho de que no era capas de indetificar mis sentimientos y mucho menos controlarlos.

Este sentimiento lo mantuve oculto por mucho tiempo, nadie sabía pues tenía miedo de que me juzgarán, tenía miedo de perder su amistad y que ya no fuéramos amigas, tenía miedo de alejarme de ella para siempre, además mis padres eran muy conservadores y católicos así que el hecho de que a mi su hija perfecta le gustara una chica les hiba a molestar mucho.

Nuestra amistad siguio normal, ella no sospechó nada, pude controlar mis celos, mis arranques de ira, mi forma tan brusca de hablar con esa chica, mis ganas de discutir con esa chica que ahora ocupaba mi lugar como su mejor amiga y además logre que nadie sospechara algo al respecto.

Pensé que con el pasar de los meses el sentimiento se iría pero no fue así, seguir conviviendo con ella como si las cosas estuvieran bien me hizo creer que si le decía me daría una oportunidad, solo me ilusione y me lastime.

Si les soy sincera fue el sentimiento más bonito que he experimentado pero al mismo tiempo un sentimiento un tanto doloroso.

¿Doloroso por que? Pues por que me molestaba que otras chicas en especial ella se acercarán, me molestaba cada que esa chica le dirigía la palabra, me molestaba la presencia de chicos y odiaba que ella tuviera contacto físico con otras personas.

Me lastimaba mucho cuando me contaba de algún chico que le había llamado la atención de alguna chica que se había vuelto una amiga, me ponía muy triste cuando no convivía con ella o cuando prefería estar con otras chicas que conmigo.

Me sentía dueña de ella pero nunca se lo dije, siempre me comporte normal y mantuve cierta distancia, ella sabia que me molestaba la presencia de cierta chica pero nunca hizo nada y en cambio término alejándose un poco más.

Vivi un año y medio con ese sentimiento hasta que finalmente se fue, la verdad no me arrepiento de ello y ni siquiera culpó a mi corazón pues siendo sincera eligió a la chica correcta, la chica más hermosa y talentosa que conozco.

Gracias al destino mantengo una amistad con ella, tres años después de que yo sentí algo por ella le dije, pensé que me dejaría de hablar pero no fue así, seguimos siendo mejores amigas y nuestra amistad se fortaleció mucho más.

Así que pude conservar la amistad más hermosa que he tenido y afortunadamente no existen secretos entre nosotros, ella no me odia por haberla amado en cambio agradece que decidí ser sincera y decirle toda la verdad.

Agradezco tanto que la vida me permitiera ser sincera con ella y decirle toda la verdad, agradezco que ella no me dejó de hablar y que prefirió conservar nuestra amistad, agradezco que nunca me reclamo por no haberle dicho y sobre todo por haberme permitido seguir a su lado sin problema alguno.

Ella es la mejor amiga que nunca tuve pero siempre quise, la mejor amiga que siempre espere y la mejor amiga más increíble de todo el mundo, la única que no me juzgó y la única que siguió conmigo apesar de mis tonterias.

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