Cuando era joven solía decir que algún día sería el mejor psicólogo del mundo y que formaría una familia con la mujer más hermosa de todo el mundo, pero nunca me di cuenta de lo difícil que era cumplir parte de ese sueño.
Luego de varios años estudiando y preparandome, me gradué como psicólogo y como el mejor de mi clase, pero había algo que no me gustaba, había cumplido mi meta pero no era feliz, creo que me hacía falta una compañera de vida.
Pasaron los años y me volví el mejor psicólogo del lugar, siempre se escuchaban rumores de lo talentoso que era y el como ejercía de manera correcta mi carrera o profesion.
Luego de 5 años trabajando, llegó a mi consultorio una estudiante de medicina de 22 años, era una chica bastante agradable y bonita, me dijo que llevaba días sintiéndose mal emocionalmente y que su mejor amigo le había recomendado venir a terapia conmigo.
Durante las primeras sesiones la note muy preocupada y me di cuenta que era algo tímida y que no le tenía confianza a nadie, pero también me di cuenta que tenía muchas inseguridades lo cual es bastante común.
Comenzamos a hablar y a pasar tiempo juntos hasta que finalmente me tuvo confianza y me contó la verdad del por qué estaba llenado a terapia, la verdad fue algo que no esperaba y que me impacto.
Por privacidad no mencionaré nada de lo que confío en decirme durante el tiempo que estuvo en terapia pero te puedo asegurar que no es nada agradable y menos cuando ni siquiera eras capas de entenderlo.
Con el paso de tiempo me fue contando sus inseguridades y el por qué las tiene, me sorprendió mucho todo lo que me había contado de ello pues era muy diferente a los demás pacientes que llegan a terapia conmigo.
Pasaron los días, las semanas y los meses y poco a poco me fui enamorando de ella, pero no podía decirle pues era consiente de que al ser mi paciente no podía tener nada con ella y menos cuando le dobló la edad.
Admiraba mucho su forma de ser, pues era muy sutil, lo malo era que si tenía muchos miedos, inseguridades y traumas, lastimosamente le habían arruinado su infancia así que a veces tenía ciertos comportamientos de niña chiquita.
Se emocionaba mucho por cosas pequeñas y le encantaban los peluches especialmente los de conejito y elefantitos, le gustaba dibujar y dejenme decirles que dibuja muy bien, fácilmente podía dedicarse al dibujo.
El tiempo paso y ella poco a poco se recuperó, la di de alta y nunca más la volvi a ver, pero si mantenía comunicación con ella, habíamos forjado un vínculo tan grande que para mí me era imposible romper.
Creo que me me enamoré de ella sin pensar, sin planear, sin buscar y sin querer, para mi el amor siempre fue un cuento de hadas que no existía pero cuando la vi deje todo eso atrás.
Me enamore de ella sabiendo que nunca sería suficiente, que no era el tipo de chico con el ella saldría y sobre todo sabiendo que era prohibido pues en aquel entonces era mi paciente.
Saben, siempre fui fan de las películas de DC en especial las del Escuadrón Suicida y supongo que eso influyó un poco a que me terminara gustando aquella paciente con el doble de traumas que yo.
Esque ella sinceramente era maravillosa, era bastante tímida y algo reservada pero su sonrisa era única pues no siempre sonreía, su mirada era profundo y misteriosa, su voz era tan delicada.
En ella se aplicaba la frase de "alma de niña, cuerpo de mujer" tenía físicamente el cuerpo de una mujer pero emocionalmente el alma de una pequeña, supongo que por eso su sonrisa era tan maravillosa.
Actualmente ella y yo somos muy buenos amigos y de vez en cuando salimos a caminar juntos para platicar sobre nuestra vida, nuestras metas y futuros proyectos, para mi estas pequeñas salidas son muy importantes y únicas pues la sigo amando igual o tal vez más.
Ella sigue siendo la dueña de mi corazón y lo seguirán siendo por mucho tiempo más hasta el último suspiro de mi vida, ella es la mujer más maravillosa que he conocido y sin importar cuantas mujeres se crucen por mi camino será siempre la única y la más especial.
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Historias De Amor
RomanceCada Uno De Nosotros Vive Experiencias Diferentes Y Del Amor Existen Muchas. Aurora: Marí