Historias De Amor

Kevin

Cuando tenía doce años conocí una chica que se convirtió en mi mejor amiga, era una chica muy hermosa, tímida, tranquila, responsable, algo gritona, alegre, amable, detallista y muy talentosa.

Desde el primer instante me enamoré de ella pero sabia que no podría estar a su lado como su pareja y que a lo mucho solo seríamos amigos.

Crei que con el paso del tiempo el sentimiento desaparecería pues nunca tuve intenciones de salir con ella pero al cabo de cuatro meses me di cuenta que no, era como si cada día creciera más y más, como si mi corazón tuviera una pequeña esperanza en que se pudiera lograr algo entre nosotros.

Esa idea de que mi corazón tenía una ligera esperanza me lastimaba mucho pues no era capas de entender que simplemente esa oportunidad no existía.

Cuando teníamos dieciséis años ella conocio un chico que se convirtió en su novio un año después de conocerce, ese chico era muy alegre, amable, detallista, sociable, irresponsable, algo egoísta y un poco posesivo.

Él nunca llegó a lastimarla ni física ni mentalmente, era un chico que la respetaba y amaba mucho pero a mi en los personal no me gustaba que estuviera cercas de ella, me molestaba mucho que le diera regalos y que mantuviera cierto cariño hacia ella.

Mis celos siempre estaban presentes pero sabia que ella era feliz con él y que yo no podía arruinar su felicidad, yo era consiente de que mis sentimientos no eran correspondidos y que ella amaba a alguien más pero aún así me quedé a su lado sin importar que tan sólo era su amigo.

Era tan grande mi amor por ella que me conformaría con solo ser su amigo, después de todo al serlo formaría parte de su vida y en ocasiones sería el responsable de su felicidad.

Su novio y yo nunca nos llevamos bien pues él sabia que yo la quería y siempre trato de alejarme de ella pues tenía miedo de que yo terminara diciéndole lo que sentía pero a mi nunca me molesto su actitud, entendía perfectamente que mis sentimientos le causaban cierta inseguridad pero tampoco era mi culpa no es como que yo allá decidido enamorarme de ella.

Mis sentimientos crecieron cada vez más así que al final decidí que lo mejor era alejarme, dejar de ser su amigo era lo mejor tanto para ella como para mi.

Luego de dos años decidí decirle la verdad, me comunique con ella y acordamos una fecha para vernos, me contó que se había casado con aquel chico, me dijo que estaba embarazada y que le gustaría que yo fuera el padrino del bebé pero no pude aceptar.

Comencé a llorar y le dije que no podía serlo, que estaba muy feliz por ella por que estaba cumpliendo sus sueños con la persona que más amaba pero después le dije que tenía algo para decirle.

Ella se quedó callada para escuchar lo que tenía para decirle, fue muy difícil encontrar las palabras correctas pero al final con un nudo en la garganta le dije:

- siento mucho que las cosas tengas que pasar de esta manera pero desde el momento en que te vi me enamoré de ti, no te lo dije por que era consiente de que no pasaría nada entre nosotros y que a lo mucho solo sería tu amigo, eres la mujer más hermosa que mis ojos han visto, me aleje de ti para que pudieras ser feliz con él y con esta confesión lo único que quiero es que prometas que me olvidarás para siempre -

Ella no quería alejarce de mi pero yo ya había tomado una decisión, aquella que estaba dispuesto a cumplir sin importar el daño que termine haciéndome.

Se que no debi decirle lo que sentía, se que debi ocultarlo pero..... Tampoco me crei capas de guardarlo por más tiempo, no me crei capas de ocultarle algo tan fuerte como esto, ya no quería sufrir y tampoco quería seguir ocultandome en las sombras bajo un sentimiento que nunca pedi tener.

Ella cumplió y me olvido, nunca más nos volvimos a ver, ahora ella tiene dos hijos y es muy feliz, yo conocí una chica que me aceptó con todo y mis defectos, una chica que siguió a mi lado aún sabiendo que no la amaba y gracias a eso decidí casarme con ella pues crei que lo mejor era darle una oportunidad más al amor.