you're my world (roier x tú)

06

Habían pasado 2 meses desde esa llamada que tuve con Sebastián y ya llevaba un poco más de la mitad del tercer comic.

Estaba dibujando muy tranquilamente en mi sofá, mientras escuchaba música hasta que recibí una llamada, miré mi celular y era mi novio así que dejé de lado lo que estaba haciendo para contestar.

-Aló- dijo mi novio en el teléfono.

-Holaaa- dije alargando la palabra,-¿como estás?- pregunté.

-Pues...- se quedó callado unos segundos - La verdad no muy bien- dijo él por lo cual me preocupé -¿estás bien?¿te pasó algo?- pregunté muy preocupada mientras escuchaba risas de su parte.

-¿De qué te ríes?- dije confundida -nada, estoy bien, pero necesito decirte algo- dijo ahora él preocupándome aún mas- me asustas- dije.

-Te espero hoy a las 3 de la tarde en el restaurante de siempre- dijo él y colgó la llamada, a lo cual quedé pensativa.

¿Qué me quiere decir? ¿será algo bueno o malo? me repetía en mi mente, pero para no seguir sobrepensando, volví a poner mi playlist para empezar a alistarme.

Cuando ya estaba lista esperé unos minutos y escuché que tocaron el timbre así que decidí abrir y como lo esperaba era mi novio.

-Que lindo estás- dije alagándolo.

-Yo siempre- respondió él con un tono egocéntrico mientras reía.

-Ya no te vuelvo a decir nada lindo- dije mientras cerraba la puerta de mi casa.

-Pero es la verdad- defendió él ganándose una mala mirada de parte mía.

Después de unos minutos en su carro, llegamos a el restaurante donde solíamos ir, así que nos sentamos esperando que alguien nos atendiera.

-Buenas tardes, ¿ qué desean pedir hoy?- dijo una de las camareras que siempre nos atendía cuando íbamos a ese restaurante. 

Le dijimos nuestro pedido y ella se fue, - bueno, ahora sí - dije llamando su atención -¿que me querías decir?- dije esperando a que respondiera.

-Ah sí, eso- dijo él mientras pasaba saliva.

-Pues la verdad lo que te tengo que decir es algo muy complicado- dijo con un tono de voz serio lo cual me preocupaba.

-Me tengo que ir a España- Soltó después de unos minutos dejándome en shock.

-¿Qué?- dije esperando que fuera una broma lo que me dijo.

-Así como escuchaste, me tengo que ir a España porque mi mamá tiene una enfermedad muy grave y tu sabes que yo soy la única familia que le queda, y pues ella está en España y me toca irme a vivir allá- dijo el haciendo que sintiera mis ojos arder.

-¿Y no puedes solo ir y cuando se mejore volver?- dije tratando de dar una solución para que no se fuera a vivir a España.

-Es que no es así de fácil amor, parece que mi mamá tiene cáncer y me tocaría estar allá hasta que se recupere, y si logra salir del cáncer aún así me tengo que quedar acompañándola en la quimioterapia y después de tanto sé que me pedirá quedarme con ella y no me podría negar- dijo el mientras secaba mis lagrimas .

Terminé aceptando su decisión, si yo estuviera en su lugar haría lo mismo, pero aún así fue un día muy triste para mí.

Me contó que se iría en unas semanas así que el tiempo que nos quedaba juntos había que disfrutarlo al máximo, y así fue, salimos todos los días para hacer muchas cosas.

Después de unas semanas, había llegado el momento más triste, la despedida; muchos dirían que podríamos seguir siendo novios, solo que tener una relación a distancia, pero todos sabemos que eso no funcionaría por más que los 2 intentemos que funcione.

Ya estaba en el aeropuerto con mi novio y después de unos minutos ví como entró al avión, tenía un nudo en la garganta y ya me estaban saliendo las lagrimas, decidí irme a mi casa a ver películas para no acordarme de eso.

Puse un dorama que me estaba viendo, era propuesta laboral, y después de unos minutos la quité porque estaban teniendo suerte en el amor y yo no.

Decidí dormir para no sentirme sola y al día siguiente seguir trabajando, amaba dibujar así que sería mi oportunidad perfecta para despejarla mente.

Estaba quedándome dormida cuando escuché que sonó mi timbre, así que me levanté a ver quien era.

Al abrir la puerta me sorprendí un poco, esperaba que fuera cualquier otra persona menos él.

-Hola Sebas- dije con la voz entre cortada ya que había estado llorando por mucho tiempo.

-Hola ___- dijo mientras quitaba la mirada de su celular.

-Vine para ¿que tienes?¿estuviste llorando? ¿estás bien?- preguntó al verme así.

-Sí, hoy no fue un día tan bonito que digamos-dije tratando de no volver a llorar mientras recordaba lo que pasó hoy.

-Te venía a pedir un favor, pero ahora que te veo creo que lo mejor es hacerte compañía- dijo mientras entraba con una pequeña sonrisa.

Yo no entendía nada, ¿Por qué quería estar conmigo?.

-¿Eh?- pregunté, - así como escuchaste mi umpalumpa, como en los viejos tiempos- recordó; antes de que me empezara a hablar solo por trabajo, hacíamos pijamadas muy seguido, pero lo dejamos de hacer porque a Sabi no le gustaba.

-Está bien- dije un poco dudosa mientras veía como hacía un bailecito de celebración, a lo cual no pude evitar reír.

-Pero primero- dijo él interrumpiendo ese momento, - necesito que me cuentes por qué estás así- dijo él mientras se sentaba a mi lado.

Empecé a contarle todo lo que había pasado desde la llamada que me había echo mi ahora exnovio hace unas semanas.

Aunque no lo creía, contarle a Sebas lo que había pasado me ayudó a desahogarme.

Después de contarle y de una pequeña charla, hicimos cosas que me ayudaran a despejar mi mete, cocinamos unas galletas aunque la mitad se quemaron, fue muy divertido; vimos películas, se dejó ponerse algunas mascarillas, cosa que me sorprendió porque en todas las pijamadas que habíamos hecho, en  ninguna se había dejado poner, supongo que ahora sí por la situación mía.

La verdad la compañía de Sebas si me ayudó, y bastante, no me imagino como hubiera sido mi noche sin su visita.

Estábamos hablando normal, hasta que miré mi celular y eran las 6:45 am, así que le dije a Sebas si se quería quedar o se iba para su casa, a lo cual dijo que se quedaría a dormir porque estaba muy cansado, así que le acomodé la cama que tenía en el cuarto de invitados, y yo me comodé en mi cama.