Capítulo 02

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Al día siguiente, el sol se filtró por las cortinas de la habitación de Emily, despertándola con su cálido resplandor. Antes de que pudiera acomodarse en la cama, su teléfono sonó estridentemente.

Al contestar, la voz emocionada de Armando llenó el auricular.

-¡Emily! ¡Anoche estuvo de puta madre! ¡Deberías haber visto la cara de Gustabo cuando cruzaste el puente!

Emily rió ante la entusiasmada narración de Armando.

-Gracias, Armando. Fue divertido no te voy a engañar. ¿Qué tal si pasas por mí y luego vamos al taller?

Armando aceptó encantado, y pronto se dirigieron al taller. Entre bromas y risas, Armando no perdió el tiempo.

-Emily, debes admitirlo, no puedes sacarte de la cabeza a Gustabo.

Emily lo miró con complicidad.

-¿Qué estás insinuando?

Él sonrió.

-Que tal vez la carrera no fue lo único que te dejó sin aliento anoche.

Ambos rieron mientras continuaban hacia el taller. Al llegar, entre herramientas y motores, Armando no pudo resistir la tentación.

-En serio, Emily, ¿nunca has considerado que Gustabo podría ser algo más que el lamebotas de Conway?

Emily reflexionó por un momento antes de responder. -No lo sé, Armando. Somos de mundos opuestos.

Armando le dio un codazo juguetón.

•••

Mientras tanto, en la comisaría, Gustabo lidiaba con papeleo, pero su mente seguía divagando hacia la figura de Emily. Isidoro, su compañero, notó su distracción y no perdió la oportunidad de molestarlo.

-¿Pensando en la piloto misteriosa, Gustabo? ¿O en cómo dejaste que escapara anoche?

Gustabo suspiró, sintiendo la frustración que había experimentado la noche anterior. -Deja de molestar, Isidoro. Fue solo una carrera.

Isidoro le lanzó una mirada pícara.

-¿Solo una carrera? A mí me pareció que hubo algo más que eso.

Gustabo bufó, intentando concentrarse en su trabajo.

•••

Armando convenció a Emily de participar en otra carrera esa noche. La adrenalina volvió a recorrer sus venas mientras desafiaban nuevamente las leyes de la ciudad.

Sin embargo, la emoción se vio interrumpida cuando el superintendente Conway apareció en escena.

La situación se tornó tensa cuando Conway logró capturar a Emily, Armando y a los demás participantes. En la comisaría, Gustabo recibió la orden de realizar los interrogatorios y aplicar las multas correspondientes.

Al encontrarse nuevamente con Emily, la tensión en el aire era palpable. Gustabo, aunque debía cumplir con su deber, no pudo evitar sentir una extraña mezcla de emociones al verla de nuevo.

Emily, por su parte, notó la mirada intensa del inspector, y el ambiente se volvió más denso con cada palabra pronunciada durante el interrogatorio.

La conexión entre ambos, que antes se manifestaba en la carrera, ahora se enfrentaba a una nueva dimensión en la frialdad de la comisaría.













• ────── † ────── •

Después de un largo período, les presento el segundo capítulo. Aunque percibo que la trama avanza a un ritmo pausado, estoy trabajando en la organización de mis ideas antes de reunir a los protagonistas, con el fin de que la conexión sea coherente y no parezca forzada. Espero que disfruten y me esforzaré por publicar con mayor frecuencia.
¡Besos!




𝐓𝐲𝐩𝐚 𝐆𝐢𝐫𝐥 ; Gustabo GarcíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora