Hoy mis mentiras veo caer, que no es verdad que te olvidé

89 5 1
                                    

Vegetta es un hombre simple, le gusta hacer construcciones, causar un poco de caos y divertirse con la gente a su alrededor.

Había intentado cosas diferentes a lo largo de sus vidas; se había casado y divorciado, había adoptado mascotas (y robado mascotas) había estado a favor y en contra de gobiernos, había sido padre.

Así que en realidad lo que sucedía en isla Quesadilla no era nuevo, eran cosas que había hecho antes.

Lo que no había hecho antes era sentirse de la forma que se sentía ahora.

Llamaba a Foolish su esposo, incluso si no habían tenido una boda, se sentía cómodo con él, ya que habían estado formando una amistad incluso antes de tener que unirse para ser padres.

Leo no se parecía a nada a Brayan, incluso al inicio no le importaba mucho lo que pasara con la niña. Pero con el tiempo de estar juntos aprendió a sentirse más cercano a ella, y ser un padre nuevamente.

Quería aferrarse a esa vida, quería superar sus errores del pasado y quería por fin encontrar la felicidad, podía abrir su corazón de nuevo y aceptar a Foolish en el, podía criar a Leonarda con amor y cariño asegurarse de que no le pasara nada malo.

Permitirse la felicidad que nunca antes había sido capaz de sentir, capaz de encontrar.

Pero incluso con nuevas vidas llegan viejos dolores, se siguen asomando, recordándote que siguen ahí.

Nunca podría casarse o tener una relación real con Foolish, había aprendido a amar a Leonarda, pero no estaba seguro de si realmente podría quedarse con ella siempre, realmente llegar a verla crecer.

Quería aferrarse a esa vida, quería superar sus errores del pasado y quería por fin encontrar la felicidad, pero ¿Y si su boda con Foolish resultará igual que las demás? ¿Si su matrimonio fracasará aún podrían ser los padres de Leo?
No se sentía capaz de superarlo, no de nuevo.

Recordaba aquella conversación con Maxo

“Vegetta, ¿te vas a casar con Foolish?”

“No porque yo… tengo un problema. A veces cuando duermo recuerdo… tengo un trauma cuando pienso en bodas.”

No le había contado todo, pero le había dicho como Rubius (su alma gemela) había sido el detonante que arruinó su boda con Lolito, la que había sido su último intento de boda.
Le dijo las mismas palabras que había dicho a Luzu en aquel tiempo.

“Sí, me caso, será con la persona que considere indicada”

¿Pero era Foolish la persona indicada? Nada le podía asegurar que no terminaría mal de nuevo.

No ayudaba que por fin hubiera encontrado a Rubius.

Un demonio que se presentó en su casa, que se presentó para ofrecerle una recompensa, un regalo de cumpleaños.

“Puedes pedir lo que quieras”

Podría desear las riquezas que la isla tenía por ofrecer, podía pedir salir de la isla y volver a Karmaland. Pero solo había una cosa que rondaba por su mente.

Solo había una cosa que anhelaba.

Estaba feliz con Foolish y Leonarda, podría iniciar desde cero y tener una familia feliz. Había un camino de nuevas oportunidades.

Pero no podía dejar de mirar la vida que estaría dejando atrás, la vida que curiosamente estaba frente a él.

“Te elijo a ti”

—————

No. No, No

Para Rubius era como si Vegetta no hubiera aprendido nada. Era casi como si no entendiera todo lo que estaba mal en su relación.

No arruines esto para mí

“Me temo que yo no puedo ser tu recompensa” Fueron sus palabras,

Había estado evitando a Vegetta por miedo a que sucediera justo eso. Por miedo de que las cosas no terminaran.

Ya había renunciado al vínculo de alma, ¿no podía renunciar él también?

No lo hagas más difícil

Necesitaba terminar esto pronto

“Sí, no tienes ningún deseo, ahora llámame cuando lo tengas”
Fueron sus últimas palabras antes de dejar a Vegetta.

No importaba si lo llamaba, no atendería ese llamado. No podía hacer eso.

Esta sería la primera y última visita a Vegetta.

—————

Casi asesina a Leonarda.

Habían estado minando juntos cuando la golpeó accidentalmente.

Ella cayó al suelo y él había temido que ese sería el fin. Que su hija habría muerto por su mano en una mina.
No podría perdonarse eso, Foolish no le perdonaría eso.

Casi iba a llamar a aquel demonio (a Rubius) para cobrar aquel regalo pendiente y pedir que trajera a su hija de vuelta.

Pero entonces Leonarda se levantó, había sido solo un accidente y ella quedó paralizada, pero estaba bien. Estaba viva.

Otros padres habían pasado por eso, un mal golpe, una reacción demasiado lenta, no todos tuvieron la misma suerte. No todos pudieron ver a sus hijos levantarse de nuevo.

Fue ese el momento donde se dio cuenta de que amaba a Leonarda, amaba a su hija más de lo que se creía capaz.

Tal vez si podría dejar el pasado en el pasado.

No había más vínculo que lo uniera a Rubius.

No sabía si su resistencia duraría si volvía a ver a su antigua alma gemela, pero ahora podía asegurar que no necesitaba a Rubius de regreso.

Even in a different life, you still would've been mineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora