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EL DIA DE LA CEREMONIA De celebración había llegado sin que nadie se diera cuenta, todos estaban tan eufóricos ese día algunos iban de un lado a otro, mientras que en el palacio lunar la ojiazul se encontraba en su habitación siendo arreglada por ...

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EL DIA DE LA CEREMONIA De celebración había llegado sin que nadie se diera cuenta, todos estaban tan eufóricos ese día algunos iban de un lado a otro, mientras que en el palacio lunar la ojiazul se encontraba en su habitación siendo arreglada por sus damas de compañía las cuales no paraban de halagar a la joven quien solo les agradecía o les daba una que otra sonrisa.

Ya lista esta se dirigió a la salía siendo seguida por su fiel dama de compañía mientras se despedía de las demás dejándolas descansar, afuera de su habitación la estaba esperando Edgar un hombre de mediana edad, quien vestía con el típico smoking negro y blanco al igual que todos los mayordomos, él era un hombre con ojos de un café cálido y muchas canas, después de cumplir 4 años él estuvo a su lado ayudándola en todo.

Una vez ya los tres juntos se dirigieron hacia el palacio real donde se encontraba su padre, sus hermanos y la sacerdotisa, quienes esperaban por su llegada para poder entregar el emblema de honor, en su trayectoria a dicho palacio solo escuchaba en discurso de su padre el cual era acompañado con ovaciones o gritos eufóricos

Cuando estuvo afuera de este sin titubear o retrasarse más se dirigió al salón donde será tan dichosa ceremonia al llegar a las grandes puertas de mármol con detalles dorados con una señal hizo que los dos guardias guardaran silencio ya que ella quería presentarse o más bien opacar a su hermanita como la menor le hacía saber con cada expresión que hacía.

Ya dentro lo primero que vio fue a su hermana la cual estaba hincada y enfrente de ella estaba su progenitor quien tenía la actitud que siempre mostraba cada vez que las tenía enfrente, esta al entrar al tener el mismo poder que el emperador omitió la reverencia que debía hacer, así que solo tomo una postura derecha y una actitud seria

-Sin duda fue un gran discurso, padre- Hablo está llevándose la atención de todos los presentes en aquella sala, pero más la de su padre quien volvió a tomar una compostura correcta- Yo, Amaris de Secramise, Primogénita de Roserice de Secramise ma...

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-Sin duda fue un gran discurso, padre- Hablo está llevándose la atención de todos los presentes en aquella sala, pero más la de su padre quien volvió a tomar una compostura correcta- Yo, Amaris de Secramise, Primogénita de Roserice de Secramise madre de Arbezela, Primera Única Gran Princesa, el Eclipsé del impero y la niña bendecida por Astotelia, saludo al Sol naciente del imperio- si algo odiaba amaris era su tan largo título, el cual siempre pedía que omitieran algunos pero siempre sus peticiones eran omitidas.

𝐄𝐜𝐥𝐢𝐩𝐬𝐞 •|🌑|• 𝐿𝑎𝑠 𝐽𝑜𝑦𝑎𝑠 𝐷𝑒 𝐿𝑎 𝑃𝑟𝑖𝑛𝑐𝑒𝑠𝑎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora