capítulo 5: abrazo

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"¡¿Tú ... estás despierto ?!"

  Los ojos húmedos de Tao Yanqi se abrieron de repente.

  Los dos hombres estaban muy cerca.

  Las puntas de sus narices casi se tocaban.

  Los ojos que miró.

  Frío, agudo, inorgánico.

  Gotas de agua fría se deslizaron por la esbelta barbilla del joven.

  Goteó sobre el cuello del hombre.

  El número 3 no dijo nada.

  Su reacción subconsciente fue alejar al joven de inmediato.

  Pero el chico acababa de ducharse.

  Limpio y refrescante, no sucio.

  La fragancia suave, cerosa y dulce impregna el cuerpo.

  Tampoco le hace sentir molesto.

  Así que aparté su mano y la debilité un poco.

  Esto evitó que el niño se cayera inmediatamente y aún podía sentarse firmemente con la ayuda del respaldo del sofá.

  Yo... ¿soy odiado por los androides?

  Tao Yan miró al hombre confundido.

  La situación estaba algo estancada y no estaba seguro del estado de ánimo del hombre debajo de él.

  Disculpándose y tratando de levantarse.

  Pero la atmósfera fría y distante era demasiado fuerte.

  Solo unas pocas respiraciones:

  su cuerpo estaba dolorido y débil, y no podía levantar fuerzas en absoluto.

  Después de luchar varias veces, no podía levantarse y su rostro se puso rojo de ira.

  La mirada avergonzada del joven cayó en los ojos del No. 3.

  Las cuencas de los ojos son rojizas y acuosas.

  La respiración era sutil y suave, tan frágil que no se podía permanecer indiferente.

  ——Pero el hombre permaneció impasible.

  Cuanto más suaves e inofensivas parecen las personas y las cosas, más peligrosas son detrás de ellas.

  Así que lentamente retrocedió y se sentó en el sofá.

  Este gesto hizo que Tao Yanqi se alejara ligeramente del número 3.

  La atmósfera salvaje extremadamente fuerte acaba de volverse más ligera.

  El joven volvió el rostro incómodo.

  Apenas calmó los incontrolables latidos de su corazón.

  "Lo siento, fui yo... Fui demasiado grosero hace un momento",

  murmuró suavemente, sin siquiera atreverse a mirar a los ojos del androide.

  La expresión del hombre no mostraba mucha emoción.

  No parecía querer hablar con Tao Yanqi, pero dijo fríamente:

Está bien",

  esto fue lo primero que le dijo el número 3 a Tao Yanqi.

  La voz es profunda, fría y magnética.

  Como una campana antigua que se golpea suavemente debajo de una iglesia.

El lindo novio biónico llorónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora