Capitulo 2: La seducción del terror

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Una mano helada se poso en mi hombro, y un aliento frío rozó mi cuello.

CRISTIAN

Era de noche por aquel entonces, Cristian no había sabido nada en mucho tiempo sobre Gael desde hace días.

Lo había dejado en aquel hospital después de presenciar el arranque de ira que tuvo de la nada.

No entendí porque lo hizo, pensó Cristian.

Es como si en ese momento fuera una persona distinta a Gael.

Llámenme loco, pero lo que vi no se como explicarlo.

Recordó que fue a la casa de Gael, a pedirle unas cosas para el trabajo, el no le estaba esperando, puesto que llegó de imprevisto, la puerta estaba abierta para su sorpresa, decidio entrar, al adentrarse en ese departamento, todo estaba impecable, no había visto nada inusual, se encaminó por los pasillos a paso seguro, pero un presentimiento le decía que todo estaba mal, su intuición estaba al borde del colapso, porque cuando vio aquella ventana con la palabra escrita:

"Death here"

Entendió de inmediato que en ese departamento Gael no estaba solo.

Intento llamar a la policía, quería huir, quería hacer demasiadas cosas, pero en un movimiento en falso, algo le golpeo, y cayó inconsciente al suelo, volviéndose todo negro a su alrededor.

Cuando despertó, se percató de algo importante, estaba esposado a una silla, y en todo su cuerpo había moretones y cortadas finas que sangraban aún.

No entendía que ocurría o quien había hecho eso.

Se alarmó cuando supo que tampoco podía gritar, porque le colocaron una mordaza en la boca, cosa que le impedía gesticular cualquier palabra, estaba atado, amordazado, básicamente inmovilizado.

Cristian en ese momento estaba pensativo y nervioso, su cabeza iba a mil por hora

Pensó: Mi salud mental pende de un hilo, estoy sudando frío, me da demasiada ansiedad estar atado.

Por otro lado, me imagine esa escena en un libro de romances "Dark", o un romance toxico violento, donde yo era la victima, pensé en que todo esto tal vez se volveria un sindrome de Estocolmo, me hizo gracia, cosa que me calmó un poco, porque vamos, el que me secuestro me quería solo para el.

Que cínico pensé.

Yo riéndome para no llorar, porque seguro quien me secuestro me cortaría en pedacitos, con el mismo cuchillo con el que me hicieron las cortadas en la piel.

Ese momento fue agridulce, se sintió tan solo, y solo deseo que Gael estuviese cerca, y para su sorpresa llegó alguien al lugar, a pasos controlados acercándose lentamente, solo se escuchaba el sonido de unas botas militares.

Estaba a punto de practicar telequinesis ocular, quería tener ese poder, le serviría para salir de ahí.

Cerró los ojos con fuerza, pensando que tal vez quien caminaba seria un policía, pero al oir su voz todo apuntó a que no.

--Bienvenido Cris. -El hombre sonrió maliciosamente.

Al observar y oír esa voz quede petrificado, el hombre se acercó para quitarme la mordaza de la boca.

--G-Gael?, -Alcance a pronunciar.

--¿Porque la cara de sorpresa Cris?.

Gael me miraba como si no me conociera y fuera un rehén.

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