Virgin at 21 [BrightWin]

03

Creyendo que todo sería paz se confió, y pronto sintió como lo sacaban de su burbuja.

Según tenía previsto Mike sería quien tomaría asiento a su lado... Pero al voltear se encontró con un castaño que lucía serio.

—¿Qué te sucede, Bright? Tenía pensado dormir— dijo mirando un poco angustiado al americano.

—Soy yo quien debería preguntar eso. Estás actuando muy raro y eso me tiene los pelos de punta. ¿Qué te sucede a ti, Metawin?

Preguntó y el contrario sintió que se ahogaría con su propia saliva, por lo que tosió un poco antes de hablar... Bright a veces lucía jodidamente intimidante...

—Deja de tratarme informal, soy mayor que tú— fue lo único que pudo musitar.

—Sabes que me importa poco. Deja eso de "Píi" para los menores, nosotros tenemos un año de diferencia solamente— decidido habló el estadounidense y el Tailandes sólo suspiró. —Algo está metido en tu cabeza y te tiene totalmente aislado... Estás muy raro

—Ya dije que no es nada, no sigan insistiendo con eso

—A mí no me engañas, Opas. Te conozco mejor que a todos aquí... Ya suéltalo o no te dejaré en paz hasta que decidas hablar advirtió.

Metawin pareció entrar en trance... Sabía que el menor no lo dejaría en paz, por lo que luego de pensarlo por 5 minutos que parecieron horas, decidió decir algo.

—¿Cómo crees que verían a un chico de 21 años que aún es virgen?

Cuestionó y segundos después vio una sonrisa en el rostro del contrario.

No sabía porque tenía aquel gesto en su cara... Bright a veces era tan extraño.

—¿Quieres decir cómo te verían siendo que tienes 21 y aún eres virgen?— más obvio no pudo ser.

El rostro del pelinegro se sonrojó y sin más acudió a cubrir la boca de Vachirawit.

—¡Silencio!— susurró en un grito nervioso.

—Nadie tiene porque enterarse— Bright quitó la manita de su boca y rió levemente.

—Mira, bambi... Deja de pensar tanto en eso... No te verán como un raro. Eres alguien muy especial, tanto física como sentimentalmente... La persona que se involucre contigo en una relación será muy afortunado— y sí, puede que a veces Bright pensara como todo un descerebrado, pero tenía sus momentos en los que había que aplaudirle por aquellas palabras de apoyo que solía darle a los miembros que las necesitaban.

El protagonista se quedó en silencio un rato y luego le sonrió.

—Gracias, Bright-ah

El menor lo atrajo a él y le plantó un beso en la sien, para luego decirle. —No es nada, Win.