Virgin at 21 [BrightWin]

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—Me gusta Bright— soltó Metawin

—Eso hasta yo lo sé, Pií— dijo Toptap quien lanzaba pequeñas rocas al agua.

Ambos estaban sentados en la arena observando el atardecer.

—¿Se nota mucho?

—Bueno, la verdad es que ambos son bastante empalagosos. Pero, no... Yo lo noté porque lo he visto cuando se enoja y cuando está feliz por su causa— mencionó y Opas hizo un gesto de comprensión. —¿Ahora es que lo descubre, Pií?

—La verdad... Tenía mis leves sospechas... Bright es muy lindo conmigo y eso me gusta. Estos días hemos estado hablando de temas más... ¿Discretos? Y pues... Él sabe como explicarme todo de una manera que lo entienda y me sienta seguro— musitó haciendo círculos en la arena con los ojos posados en el dedo que estaba usando.

—Es lindo que haya encontrado a alguien que lo merece, hyung. Aunque sea mayor, hay que cuidarlo, porque es como un pequeño bebé— Ay no... Hasta Toptap decía eso...

Bright lo había sentenciado y sus palabras lo seguían a todas partes.

—...— Metawin pareció meditar por unos segundos y luego preguntó. —¿Crees que yo le guste?

—Sí

—¡Wow!— exclamó sorprendido por la rápida afirmación del tercer menor. —¿Siquiera pensaste en que te pregunté?

—Mire, Pií... American boy es el más cercano a usted, siempre lo cuida y parece mirarlo y encontrar a un universo entero, además lo mima mucho. Por eso no necesito pensar, porque lo aseguraría aunque me estuviesen apuntando con un pistola para volarme los sesos.

El pelinegro se sorprendió... Toptap era tan maduro... ¿Donde había quedado el pequeño con voz de gominola que siempre buscaba mimos de todos?

—Gracias por escucharme, Toptap agradeció y recibió un abrazo cariñoso.

—No es nada, Pií~— ahí se encontraba de vuelta.

Opas ya lo tenía estudiado. El tercer menor del elenco tenía dos personalidades: Toptap, el niño juguetón que quería mimos y Jirakit, con el que podías contar para desahogarte. Y la verdad, tenía bien contralada estas, ya que sabía cuál usar en los momentos exactos... Justo como ahora.

Sin más que hacer allí ambos se pusieron de pie y volvieron a la casa, donde Mike se encontraba cocinando junto al líder.

—Ah, Win, ya puedes usar el baño— avisó Bright quien venía bajando las escaleras, con el cabello húmedo y una toalla colgada en el cuello.

—¡Pií, eso no vale, yo soy el más pequeño, tengo derechos, y elijo no bañarme de último!— reprochó un Toptap puchereando con los brazos cruzados.