– ¡Tu espada! ¡Kazuma, suelta la espada! - Gritó Aqua con un claro tono de desesperación.
No pude responderle, pues antes de poder reaccionar de alguna manera sentí un rápido y limpio corte en mi cuello, para consecuentemente ver como mi cabeza era separada de mi cuerpo.
No pude hacer nada, el hecho de haber salvado a mi amiga Darkness de combatir inútilmente con el Shogun no se siente como un logro... Es una forma penosa de morir, y más cuando empecé a encariñarme con este mundo... de mis amigas... mi familia.
Mi alma flotaba en un infinito limbo... no podía sentir nada pero pude discernir que estaba yendo hacia una dirección: Arriba.
Había una luz potente dejándome en claro el camino al que iba, pero sentí que algo estaba mal, ¿Por qué estaba tardando tanto? Supuse que mi alma debía prácticamente ser teletransportada hacia donde fuera, igual que la primera vez con el tractor.
"No temas, mi pequeño y patético amigo." Dijo una extraña voz que sonaba... ¿ronca?
No tuve la oportunidad de elegir que hacer desde ahí, directamente pude sentir un tentaculo negro tomar mi cintura y arrastrarme hacia abajo. Lo contrario hacia donde se suponía que me dirigía.
Tardé un poco, pero logré tocar algo que solo podía asumir era el único suelo firme que había.
Lo único que había era oscuridad, una infinita oscuridad esparcida en todas las direcciones, nadie estaba ahí... ¿Es esto el infierno?
"No te asustes joven alma" Dijo con tranquilidad la misma voz.
– ¿Quién eres? - Pregunté con temor en mi voz.
De las sombras se empezó a formar una figura, al inicio solo parecía una sombra de ojos rojos parecidos a un reloj, hasta que tomó forma completa. Enfrente mío estaba un hombre de pelo, ojos y traje rojos carmesí intenso, su esclerótica era negra y su rostro era decorado por dientes afilados y amarillos.
– Alastor - Mencionó la figura esbelta - El demonio de la radio, un gusto conocerlo.
– D-Donde estoy, ¿Es el infierno? - Vociferé débilmente con mi voz temblando. - ¿Demonio de la radio? es por eso que tu voz...
– Jajaja - El demonio de la radio soltó una risa burlesca. - Bueno bueno, pero si lo que tengo aquí es un joven que hace muchas preguntas. - con un movimiento rápido Alastor hizo aparecer un báculo con algo que se asemejaba a una pequeña radio de los años 20 en su punta. - No, no estás en el infierno, aunque de ahí vengo.
– E-Eh? P-Pero-
– Y sí, mi voz es así desde que morí... Aunque. - El ambiente empezó a volverse pesado de golpe, señales corruptas cómo si en un televisor viejo la estática y señal interrumpida estuvieran empezando a aparecer alrededor nuestro - ¿Prefieres que use esta voz? - Dijo Alastor, sin el filtro de radio.
– N-No, la radio está bien.
– Bien, me alegro. - El ambiente recuperó su infinito oscuro nuevamente. - Debes saber que estás aquí por obra mía. - Dijo Alastor mientras limpiaba la punta de su báculo con su manga. - Déjame decirte que no estaría aquí por mí mismo, tuve que robarle este libro a... un idiota que tiene un imbécil de sangre azul como amante.
– ...Eso suena desagradable.
– ¡Y lo es!, pero no te preocupes mi pequeño amigo, eso no es algo que nos concierne. - Alastor con un chasquido hizo aparecer dos sillas y una mesa con dos tazas de café encima - toma asiento... Hay algunas cosas de las que quiero hablar contigo.
– ¿Conmigo? ¿Qué es lo que...?
– No es obvio, ¿Eh?, déjame decirte que vine a ofrecerte... un trato. - Vociferó el demonio con una sonrisa rígida en su rostro.
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Konosuba: Un trato con el demonio de la radio.
FanficKazuma muere con el Shogun, en su camino hacia la diosa Eris es interceptado por Alastor que le ofrece un trato. Mujeres, fama, poder, todo al alcance de un apretón de manos, pero, ¿Que dará Kazuma a cambio de todo esto?