Bardock en Berserk

Forastero.

Su cuerpo estába destrozado. Parecía que participó en una carnicería atroz y repugnante, el olor a hierro que desprendía haría que una persona se descompensara. Sus heridas estaban dispersados por todas las partes de su cuerpo. Algunas más profundas que otras.

Quejidos y gémidos se escuchaban salir de él. Sus pulmones peleaban por aire y su visión era borrosa.

—¿Dónde demonios estoy? Lo único que recuerdo era algún tipo de explosión.— Mientras su materia gris pensaba. Trato en ponerse en pie, pero, sus piernas lo traicionaron; callendo arduamente con todo su peso. Reventandose la cara contra el suelo.

—¡Mierda, mierda, mierda!. Apenas tengo fuerzas para ponerme en pie y lo que hago es caer, como un completo estúpido— Pensaba con molestia —Vamos solo un poco más.—

La geografía le decía que estaba en un bosque. Necesitaba ayuda si es que quería vivir un día más. Sin poder ponerse en pie, empezó a arrastrarse; no le importaba, si tenía que arrastrarse como un gusano para sobrevivir.

—Tengo mucha sed— Un sudor frío recorría su frente —A este paso terminaré muerto muy pronto- Resoplaba con fuerza e impotencia.

Mientras buscaba un refugio se dio cuenta que estaba cometiendo un error. Estaba dejando un rastro de sangre y sus fuerzas estaban por agotarse.

—Soy un idiota. Las criaturas de este planeta me acabarán a la noche— Exclamaba molesto e indignado por no darse cuenta antes.

Su respiración se volvía cada vez más lenta. Su cuerpo le estaba dejando de responder ya no le quedaban energías; estaba exhausto.

Sus ojos le pesaban...lentamente empezaba a cerrarlos. Hasta que un sonido de ramas quebrandose lo alertó, unos pasos se escuchaban detrás de él. Poco a poco se acarcaban más y más.

Con las pocas fuerzas que le quedaban se puso de pie, provocando que algunas heridas se abrieran de vuelta y un grito ahogado salió de él. Tenía que saber a qué se enfrentaba.
Una sorpresa se llevó, la criatura responsable de ese sonido era...una chica de piel oscura. Su rostro lo decía todo; estaba es estado de shock.

—Ayúdame— Fue lo único que dijo antes de caer al suelo.

La chica salió del trance y fue corriendo a ayudarlo. El chico llevaba un tipo de armadura despedazada, por donde lo tocara sus manos se llenaban de sangre. En todas sus batallas nunca había visto algo así ¿Cómo podía seguir respirando? Necesitaba pedir ayuda.

—¡Judeau, Judeau!— Gritaba la chica.

Unos pasos de otra dirección se acercan a la dirección del grito de la chica. Un muchacho rubio con cola de caballo aparece Su rostro demuestra preocupación .

—¿Qué sucede Casca?¿Estás herida?— Exclama preocupado. Al ver lo que sostenía en sus brazos la chica identificada como Casca. Se acercó lo más rápido que pudo.

—Necesitamos cargarlo y llevarlo al Campamento. El- el esta muy mal Judeau—

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