Adaptación

26 4 10
                                    

El estruendo del gong los sobresaltó, provocando que los jóvenes se miraran confundidos y aturdidos.

-El mal nunca descansa, y ustedes tampoco deberían hacerlo. Cada día es una oportunidad para alcanzar su máximo potencial.

Jay echó un vistazo a su reloj y soltó un quejido ahogado. -¡Son las siete de la mañana, y es sábado! -se quejó, volviendo a acostarse en el suelo y cubriéndose el rostro con la manta.

-¿La cosa del ninja era hoy? -preguntó Nya, bostezando.

Wu los observó, su frustración creciendo poco a poco; esto iba a ser un desafío mayor que entrenar a Morro. Jay se negaba a levantarse, Kai y Nya, aunque despiertos, ignoraban su presencia, Cole no había quitado la vista de su celular desde el susto inicial, y Zane parecía perdido en sus pensamientos.

El primer día de entrenamiento en el monasterio fue, en pocas palabras, desastroso.

Desde el amanecer, los hermanos Kai y Nya, junto a Jay, Cole, y Zane, se encontraron en el extenso patio de entrenamiento, enfrentando al maestro Wu. El aire fresco de la mañana no hacía más que acentuar la tensión palpable entre los novatos, quienes, a excepción de Zane, parecían más dispuestos a competir entre ellos que a escuchar las instrucciones del anciano maestro.

-El equilibrio no solo es físico, sino también mental y emocional. -explicó Wu, guiando a los jóvenes a una serie de postes de diferentes alturas y tamaños dispuestos a lo largo del patio- Deben moverse con la precisión del gato, la gracia del cisne, y la sabiduría del dragón.

Jay fue el primero en caer, seguido muy de cerca por Kai, cuyo orgullo parecía dolerle más que el golpe contra el suelo. Nya, con su innata gracia, logró mantenerse un poco más, pero finalmente, solo Zane permaneció sin temblar ni un segundo, demostrando su superioridad en el control y balance.

El punto culminante del desastre llegó con la práctica de la estrategia y el trabajo en equipo. Wu dividió al grupo en parejas, desafiándolos a superar un simple curso de obstáculos utilizando solo su ingenio y habilidades recién descubiertas. La falta de comunicación y cooperación fue evidente desde el principio. Kai y Jay, incapaces de ponerse de acuerdo en una estrategia coherente, terminaron discutiendo a mitad del curso. Nya y Cole, aunque con mejores intenciones, encontraron dificultades para sincronizar sus movimientos. Solo Zane, trabajando solo, estuvo cerca de completar el curso sin contratiempos, una hazaña que, en lugar de inspirar a sus compañeros, solo sirvió para resaltar la brecha entre ellos.

Para el medio día, los jóvenes estaban exhaustos, magullados y desmoralizados. Sentados en el suelo del patio, bebían agua y se curaban mutuamente las heridas, compartiendo una sensación de derrota.

-El camino del ninja es duro -les recordó Wu, uniéndose a ellos con una tetera y tazas para todos- Pero recuerden, las mayores lecciones provienen de nuestros mayores fracasos. Hoy han aprendido la importancia del equilibrio, la concentración, y sobre todo, el trabajo en equipo

-Si a esto se le puede llamar equipo -se quejo Kai

-Cada uno tiene virtudes que los demás deberán aprender a desarrollar

----------****--------

Les soy honesta, esto lo escribió chat gpt. Corto, tonto, pero quien me manda a querer poner siempre escenas que tengan algo que ver con el combate cuando no se hacerlo. Pero aquí siento que si es necesario mostrar aún que sea un poco porque aún que los ame los bninjas si son unos inútiles.

Público esto y ahí muere este capítulo, prefiero pelearme con como escribir a evil que seguir semanas peleándome por como escribir esto.

CrossoverDonde viven las historias. Descúbrelo ahora