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Entre ángeles de piedra se esconde y la rabia tras las paredes responde.
Quiero salir y cobrar venganza, la soledad no brinda esperanza.
Después de todo lo vivido descubrió lo que en realidad era sentir rencor hacia una familia enter...
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"Mentiras blancas"
Estar tanto tiempo pensando en su novio mientras la mirada se quedaba sobre su celular, estaba siendo interminable para Rain, perdió la cuenta de los mensajes sin respuesta, de las citas canceladas a último momento y de las veces que Phayu olvidaba sus encuentros y tenía que regresarse en su auto a casa mientras las lágrimas caían de sus ojos.
Muchas veces pensó que otra persona estaba interfiriendo en su relación, fue por eso que intento todo para llamar nuevamente su atención y aunque no lo conseguía, también entendió que no había nadie más, claro hasta esa tarde que salió con uno de sus amigos de la facultad y vio a su novio junto a un chico entrar a una tienda de ropa.
Su corazón sintió romperse en ese momento porque ese brillo en su mirada solo lo tenía cuando estaban juntos, parecía haberse desconectado del mundo entero sonriéndole con suavidad a ese joven mientras lo tomaba de la mano para que se mirara en el espejo. Ni siquiera supo cuanto tiempo se quedó ahí mirando cada detalle dejando que su corazón se lastimara mucho más.
Sin embargo debía esperar una explicación, porque su padre había hablado con él días antes para ayudarle a entender el comportamiento que tenía Phayu, aunque no tuvo un punto fijo, supo que debía esperar a preguntarle porque si algo caracterizaba a su novio, era su sinceridad o al menos eso parecía hasta ese momento.
En ese momento aquel chico lo tomo de la mano para llevarlo lejos de ese lugar, entraron al cine para que pudiera distraerse, pero nada lo consiguió, sus ojos se llenaban de lágrimas mientras sus manos temblaban tomando sus piernas y su pecho subía y bajaba con desesperación, temía que algo le sucediera.
—Rain, no llores por favor — susurro el joven mientras lo abrazaba — Seguramente tiene una explicación, cálmate.
No hizo más que arroparse en su pecho dejando que sus lágrimas salieran con desesperación mientras sus manos cubrían los sollozos de sus labios, estaba sintiendo que su mundo se caía por completo, pero no podía dejarse ver de esa manera tan patética, menos causar un problema con su padre.
Tenía que comportarse de forma madura y él solo arreglar su relación, porque estaba seguro de que aún tenía arreglo.
Sabía que Phayu lo amaba y no pensaba perderlo.
Por la noche llegó hasta su casa sintiéndose un poco más tranquilo, pero su cuerpo aún estaba débil, lo único que quería era estar en la cama mientras su padre le cantaba una suave canción como cuando era pequeño, solo de esa manera podría pensar las cosas con más tranquilidad y esperar a que la mañana llegara con sus anheladas respuestas.
Sin embargo no imagino que pasaría con la culpa durante toda la noche.
Cuando estuvo despidiéndose del chico, este lo tomo por sorpresa apresando sus labios en tan solo un toque que lo dejó completamente paralizado, no pudo responder al beso así como tampoco pudo separarse, simplemente estaba ahí tratando de razonar lo que sucedía y desde que momento esa amistad se había convertido en algo más.
