Capítulo 13.

137 19 5
                                    

-🌹-

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-🌹-

"Parecido inevitable"

Había pasado aproximadamente tres días donde el comportamiento de Phayu se vio bastante afectado dentro de casa, las discusiones sin sentido con sus hermanos empezaron, las miradas de sus padres solo juzgaban sus acciones y era mucho más complicado soportar la indiferencia cuando estaban molestos, además de haber tenido peleas seguidas con su novio.

Ni siquiera entendía como es que todo podía desmoronarse en tan solo tres días, pero si se lo preguntaban, en realidad no le estaba tomando tanta importancia porque compartía tiempo con Syn, se estaba olvidando de toda su rutina, de sus obligaciones, incluso de lo que amaba para seguir una suposición hasta encontrar la verdad.

Y según sus pensamientos, eso estaba bien.

El reloj marcaba las diez de la mañana del martes, se encontraba en el taller desayunando con Syn mientras escuchaba una que otra travesura que había ocurrido en el orfanato, su teléfono estaba lleno de mensajes incluso de llamadas perdidas, pero ni siquiera se daba cuenta debido a que estaba en silencio, completamente concentrado en otra persona.

Algo que frente a los ojos de los demás era demasiado extraño, aunque él no quisiera verlo de esa forma.

—¿Entonces terminaste todas las galletas? — preguntó entre risas — ¿No te enfermaste por una indigestión? Mira que el dulce hace daño.

—Claro que me enferme — respondió tomando un poco de fruta — Pero la experiencia nadie me la quita, además me divirtió mirar la cara de frustración que tenían las cocineras.

Phayu respondió a las palabras con una risa para después quedarse mirándolo por un momento, cada movimiento solo lo llevaba a un deja vú de alguien que ya conocía, incluso la sonrisa le transmitía un sentimiento de paz que una sola vez pudo sentir en toda su vida o mejor una sola persona podía transmitírselo.

Era como si estuviera viendo una copia de aquel que ha estado a su lado desde pequeño, algo que no tenía mucho sentido, pero empezaba a sentirse bien.

—¿Tú no tienes historias para contar? — preguntó Syn sacándolo de sus pensamientos — ¿No hiciste travesuras cuando eras niño?

—La buena pregunta seria ¿Qué no hice cuando era niño? — respondió riendo — Molesté muchas veces a Dad y me salvaba de los regaños solo con una mirada. Digamos que me convertí en la debilidad de mis padres, hasta que mis hermanos nacieron.

—¿De verdad? ¿Tus padres nunca te han castigado?

—Lo han hecho, pero nunca han sido tan duros conmigo ni con mis hermanos — suspiro con una sonrisa — Cuando de verdad se molestan solo nos ignoran hasta que pidamos disculpas, pero nunca nos han golpeado mucho menos nos han dicho palabras hirientes.

—¿Entonces, en qué consistían los castigos?

El ceño del chico se frunció junto con sus labios dejando nuevamente perdido a Phayu, era una sensación demasiado extraña que no alcanzaba a describir, su alma sentía una conexión con él como si estuviera tratando de adivinar lo que pensaba o sentía dentro de su corazón, al igual que las similitudes con alguien que no alcanzaba a recordar.

Ángel de piedra│VegasPeteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora