Llamadas perdidas. Una tras otra. Sumando números con el nombre de Satoru Gojo en pantalla.-¿Quieres contestar? Porque como no pare me cargaré este móvil de pacotilla. -Le ofrecía el teléfono móvil de Yuji al chico.
Fushiguro echó un vistazo al teléfono y no le hizo falta más de unos segundos para leer el nombre de su maestro en él cuando se lo arrebató a Sukuna de la mano y presionó uno de sus botones para apagarlo y devolvérselo.
-Es otra opción supongo. -Dijo Sukuna observando al chico. -Debo admitir que me gusta verte así.
-¿Así? ¿Cómo? -Se colocó el pelo observando a la maldición.
-Furioso. Te queda bien.
-Por tí lo matamos, ¿no?
-Por muy mal que me caiga tu papaito me beneficia su existencia.
-¿En qué exactamente? No se yo en que te puede beneficiar un hechicero de grado especial a ti, una maldición.
-Oye, eso ha dolido. Mínimo llámame el rey de las maldiciones, o maldición de grado especial.
-Como digas... Entonces, ¿por qué me ayudas, rey de las maldiciones?
-Ay como veas, solo cumplo mi parte del trato. No te creas tan importante. -Se dirigió a la salida. -En fin, chao.
Era un sitio oscuro, no se parecía en absoluto a donde Suguru Geto lo llevo anteriormente. ¿Realmente debía fiarse de aquella maldición? ¿Y si fuera alguna especie de trampa?
—Por algún motivo se veía bien. —Susurro para sí mientras bajaba la mirada hacia el suelo. —Bien hecho, Itadori...
Satoru comenzaba a desesperarse. Recorrió la escuela llamando al chico a voces hasta toparse con la maldición cara a cara.
—Llegué, rubito. —Su carácter narcisista destacaba en sus movimientos. Se dió media vuelta.
—¿Y el chico? Teníamos un trato. —Se podía notar en su voz más ronca de lo normal la ira que el comportamiento del contrario le producía.
—Ehm... Está a salvo. Sólo no quería verte y cumplí con ello.
—El trato era traerlo de vuelta.
—El trato era sacarlo de allí sano y salvo. —Miró al peliblanco. Su desesperación alimentaba el ego de la maldición. —Ahora, solo yo sé donde se encuentra. Me necesitas, ¿no es así?
El silencio por parte de Satoru provocó una risa sarcástica a la maldición.
—Cambia con Itadori, ahora.
—Como digas, jefe. —Sonriente liberó el cuerpo de Yuji dejándole total control. La sonrisa desapareció de su rostro a la vez que las marcas de su cuerpo.
El chico miró a su maestro en silencio. —¿Qué recuerdas, Itadori?
—La verdad es que lo último que recuerdo es cederle el control a Sukuna.
—No tenemos su ubicación. Ahora necesitamos a esa rata. No es de fiar, ya lo sabes. —Con eso se dió vuelta y se fue.
Itadori se sentía realmente confuso. Sus recuerdos habían desaparecido y aún escuchaba a aquella maldición susurrarle en su cabeza.
—Dime. Satoru, ¿cómo te hiciste con el chico? Deberé tenerte más vigilado. —Recorría aquel lugar. No quedaba rastro de Megumi, sin embargo no había rastro de que hubieran forzado. Entonces contempló aquella taza de té. «Ryomen Sukuna» alcanzó el moreno a leer. —Mierda. Si tienen a ese cabrón de su parte estoy jodido.
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𝐀ú𝐧 𝐬𝐨𝐦𝐨𝐬 𝐬𝐨𝐥𝐨 𝐭ú 𝐲 𝐲𝐨. || 𝐒𝐚𝐭𝐨𝐫𝐮 𝐱 𝐒𝐮𝐠𝐮𝐫𝐮 ☆
FanfictionSatoru Gojo y Suguru Geto se conocen desde jovenes pues compartían clase en la escuela de hechiceros de Kioto y tras hacerse inseparables, Suguru cambió su forma de pensar dejando atrás a Satoru siendo ahora un brujo y por tanto, su enemigo. Sin emb...