𝟐. 𝐐𝐮é𝐝𝐚𝐭𝐞

399 35 1
                                    


De repente fueron rodeados por hechiceros y amenazados por ataques constantes.

-Llego la hora de marcharme. -Ambos miraron a su alrededor. -Nos vemos, Satoru. -Fueron sus últimas palabras antes de desaparecer ante ojos de todos.

-Quédate, Suguru... -Logró decir en un susurro el peliblanco. Era tarde, ya no quedaba rastro del brujo. Rastro al menos visible, su olor seguía allí, el olor tan característico de aquel hombre inconfundible para Satoru.

 Rastro al menos visible, su olor seguía allí, el olor tan característico de aquel hombre inconfundible para Satoru

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Poco más tarde, ya en la escuela, Gojo se encontraba sólo. Recostado en un sillón y con los ojos cerrados solo esperando entender lo que acababa de suceder. ¿Por qué aparecería de nuevo si no pensaba volver? Su conversación fue tan corta que a penas le dió tiempo a analizar la situación. Sentía una presión en el pecho que le arrebataba la respiración pero ni siquiera le importaba.

Sus pensamientos se volvían cada vez más profundos y solo una lágrima pudo explicar todos los sentimientos que había rechazado durante tanto tiempo cuando sonaron ligeros golpes en la puerta.

-¿Puedo pasar, profe Gojo? -La voz de Megumi irrumpió en la clase.

-Por supuesto. -Dijo el peliblanco limpiando la lágrima que se deslizaba por su mejilla mientras volvía al mundo real fuera de tantos pensamientos.

Megumi entro y cerró la puerta con delicadeza. Apoyado en ella miró al suelo. -¿Cómo estás? -Alzó la mirada hacía la de su maestro.

-Sabes que no hace falta que me llames profe Gojo, Megumi. -Hizo un gesto para que se acercara y retiró los pies de la mesa. Donde Megumi se sentó de piernas cruzadas mientras miraba por la ventana.

-No cambies de tema, Gojo. -Pronunció Megumi mientras notaba la mirada del peliblanco sobre él.

-¿Cómo iba a estar? Estoy de lujo, ¿cómo estás tú?

-Él era Geto, ¿no? Tu amigo.

Hubo un breve silencio donde por fin ambos se miraron a los ojos. Satoru asintió.

-No te defendiste. ¿No te atacó?

-No le dió tiempo. -Desvió la mirada y sintió la mano de Megumi sobre su hombro.

-Conmigo no hace falta que te hagas el fuerte, Gojo. Sólo estoy aquí si me necesitas, ¿sí?

Gojo lo miró con una pequeña sonrisa y acarició su mano. -Deberiamos pasar más tiempo juntos.

-Quizá pronto sea el momento de hablar sobre mi padre. -Con eso se levantó y se dirigió a la puerta. -Hasta entonces mejórate.

Salió de la habitación dejando de nuevo a Satoru absorto en sus palabras

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Salió de la habitación dejando de nuevo a Satoru absorto en sus palabras. Por la ventana el atardecer ante sus ojos, el mismo que el pelinegro observaba desde su templo.

Meditaba su próximo movimiento para acercarse a su antiguo amigo. Sabía el peligro que conllevaba pero en caso de que así fuera, le gustaría jugar con fuego.

Recordando cada segundo de aquel encuentro. Aquel corto encuentro. Corto y tan deseado encuentro. Sacó de su atuendo una pequeña foto de él y su querido Satoru Gojo y la observó mientras el silencio y la luz del atardecer inundaban la habitación.

-Tú y yo, Satoru. Siempre tú y yo.

 Siempre tú y yo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝐀ú𝐧 𝐬𝐨𝐦𝐨𝐬 𝐬𝐨𝐥𝐨 𝐭ú 𝐲 𝐲𝐨. || 𝐒𝐚𝐭𝐨𝐫𝐮 𝐱 𝐒𝐮𝐠𝐮𝐫𝐮 ☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora