Capítulo 2

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|Vergüenza|

Habían pasado unos días, Izuku y Kaminari sin duda se habían inventado una buena excusa.
Contaron todo hasta el casi terminar de la fiesta, claro... Evitando la parte de los besos.

"Nuestras mamás se conocen y nos pidieron quedarnos a dormir"

Cerraron con broche, claro que el pecoso tuvo que pedirle un favor a su madre por si la llegaban a llamar, su madre confiaba en él y si no habia llegado a los dormitorios, era por algo. También le pidió hablar con la mamá de Denki. Siguieron viéndose una que otra vez.

¿Los castigaron?

Limpiar todos los dormitorios (los lugares principales), el aula el lunes a primera hora y a la salida.

Hoy, es Lunes. Por lo que nuestros protagonista se encontraban camino a el aula de clases a hacer su limpieza.

-Demonios, quería dormir un poco más.

-Solo es hasta hoy. Mirándole el lado bueno, no tuve que ir a buscarte para estar solos.

-Claro, ya estamos solos mientras limpiamos. Aunque no es lo mismo.

Izuku agarro la escoba mientras Kaminari limpiaba las mesas y ordenaba.

-Si terminamos rápido quizá podríamos hacer algo...

Kaminari lo miró en silencio, sin duda también deseaba mucho volver a sentir la piel del pecoso cerca de él.

-Los últimos días fueron besos a escondidas, no pasó nada desde el baño.

-¿Tanto te gusta?

-Lo haces bien, me haces sentir bien.

Dijo sinceramente el pecoso mirando fijamente a el rubio, un sonrojo invadió su cara nuevamente.

-Sabes... Me gusta cuando te pones así, me gusta molestarte por eso. Te pones casi del color de Kirishima y tiemblas como Tamaki en público. Aunque con otras personas te comportas muy diferente.

-Tú también.

Izuku lo mira con una sonrisa.

-Yo tengo miedo de abrirme demasiado con las personas, encariñarme, confiar en ellas y que terminen dañandome. Me pone nervioso el solo pensarlo y es algo que no puedo evitar al estar cerca de alguien, aunque contigo se me olvidó.

-¿Por qué?...

-¿Por qué confío en tí? Como no confiar en ti, ya hasta me acosté contigo y tú pareces muy avergonzado. Pareciera que te gusto de verdad.

-No me refiero a eso... ¿Por qué te da miedo?

El pecoso deja de hacer el castigo impuesto por Aizawa y mira a su compañero, examinandolo como si quisiera saber si está bien contarle, si debería hacerlo pero su mente llega a la misma conclusión. No quiere problemas.

-No es nada.

Vuelve a hacer sus cosas, casi terminandolas, dejando a un rubio viendolo con confusión. ¿Qué pasó para que tuviera ese miedo? Por primera vez en el tiempo que llevan dándose encuentros, por primera vez Izuku se queda callado sin molestarlo y lo que más noto, fue la punzada en su corazón al ver a Izuku perdido en su cabeza.

¿¡Ustedes qué!? - KamidekuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora