001. El encargado del matadero

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Si te gusta la sangre, puedes ser un Carnicero.

¿Cuál es tu nombre? Hey tranquilo larcho. No, suelta ese cuchillo, a todos nos toma un tiempo recordarlo, ¿cómo consiguió este garlopo un cuchillo de todos modos? no, no somos tus enemigos.

Hey hey, este shank tiene talento con esos cuchillos tal vez pueda unirse a los carniceros.

¿Tú nombre es Leo? ¡Buena esa! Te dije que pronto lo recordarías.

Debo reunirme con los corredores, ¿estás libre para hacerle la Visita Guiada al novato?

Golpeó la mesa con el puño, deseando que la madera no fuera tan fuerte y se rompiera bajo su mano, deseando poder sentir la forma en que su puño se hunde en él.

—Heey, más cuidado larcho ¿qué te hizo esa mesa? —preguntó Winston, llegando hasta él y sentándose justo en frente.

Leo tomó una fuerte bocanada de aire fresco, observando a su alrededor a su amigo frente a él y negando con la cabeza suavemente.

—Solo me estoy imaginando que la mesa es el nuevo novato. —le respondió Leo con frustración, dándole otro golpe a la mesa para demostrar su punto—. Ese garlopo está haciendo demasiadas preguntas. No entiendo porque Alby me sigue pidiendo que de la Visita Guiada.

—Lo hace porque sabe que a diferencia de Newt, tú no responderas sus preguntas mierteras. —informó Winston, golpeando con su nudillo la mesa para asegurarse de que siga firme.

Pronto, todo el resto de los carniceros llegaron a sentarse junto a ellos en la mesa, todos mirando con atención la puerta que se dirigía a la cocina en espera del desayuno.

A lo lejos, ven cómo los corredores salen al laberinto después de haber acomodado las últimas provisiones en la mochila.

—¿Qué le pasa al León? —preguntó Dave, apoyando ambos antebrazos en la mesa para estirarse y observar mejor la puerta detrás de Leo y Winston.

—El novato.

—¿Eso explica mucho? —preguntó irónicamente Mike, tenía una sonrisa de dientes de conejo que a Leo inevitablemente lo hacía devolverle la sonrisa.

—Sigue preguntando qué es la caja, qué es el laberinto, de dónde salen los animales, que significa plopus, cómo llegamos hasta arriba y qué hay debajo, porqué no recuerda nada... —comenzó a enumerar Leo, colocando ambos codos sobre la mesa para sostener su rostro entre sus manos—. Necesito un maldito descanso.

Mike chasqueó los dedos, como si una idea hubiera llegado hasta él—. ¿Ya le enseñaste la ventana de los Penitentes?

—Lo hice, el primer día. Ya pasó casi un mes, literalmente hoy está por llegar otro novato y el tipo sigue haciendo preguntas. —se quejó Leo.

A lo lejos, Sartén se acercó con varios platos  en sus manos y a lo largo de sus brazos, caminando hasta ellos con un impresionante equilibrio y comenzando a dejar todos los platos sobre la mesa con practicada facilidad.

—Oye, ¿puedes decirle a Karl que me morí y ya no puede volver a hablarme? —le preguntó Leo al Encargado de la cocina cuando el moreno finalmente se detuvo frente a ellos.

Sartén parecía acalorado, sudor recorría su frente por el calor que debía hacer dentro en la cocina. Pronto el moreno le dedicó una suave sonrisa a la par que sacaba un trapo blanco con el que se limpió el rostro.

—¿Sigue causandote problemas el novato? Yo aún no estoy seguro de que la cocina sea su lugar, ya sabes... Tal vez él debería probar el matadero. —sugirió Sartén, encogiéndose de hombros.

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