Ben Tennyson, un joven de 10 años que a lo largo de su corta vida es como todo un niño común y corriente como el resto, en sus venas corren sus abundantes ideales juveniles y heroicos.
Aunque, cierto día de campamento de verano, su vida daría un gir...
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—Capítulo 2
Poco estar de su meta, sin darse cuenta había tropezado con una roca, su rostro se llenó de pánico al verse caer al suelo de pasto. Con su único brazo sin dolor trató con esmero esfuerzo de amortiguar un poco la caída.
- ¡Gwen!, ¡Ayuda, por favor! - [Ben]
Rogó altamente con una súplica. a medida que los segundos pasaban, unos pasos cada vez más y más fuertes se aproximaba a su ubicación.
- ¡Ben!, ¡¿dónde estás?! - [Gwen]
Gritó bastante preocupada por su primo, los gritos de desesperación de ayuda de su familiar la hizo caerse del susto. Buscándolo con la mirada desesperadamente, alzaba la vista una y otra vez tratando de encontrarlo.
- ¡Aquí!, ¡Por favor, duele demasiado! - [Ben]
Esa palabra hizo que la preocupación aumentara en exceso, un arbusto se movía de lado a lado dando a entender que algo se encontraba ahí. Con ambas manos abrió el arbusto encontrándose a Ben recostado en el suelo herido por la sangre que manchaba su playera blanca.
Ella en desesperación trataba de tomarlo, paro la situación actual era bastante crítica, lo cual no podía pensar con claridad para actuar de manera responsable. Lentamente agarró la cabeza de Ben y lo posicionó sobre su regazo haciendo de almohada.
Sin mencionar el echo de que el muchacho jadeaba pesadamente al haber sido colocado sobre el regazo de su prima. El reloj empezó a brillar con un fuerte resplandor rojizo rosado, confusión, pánico, miedo, emociones negativas que sentían lis niños en el bosque solitario.
Ambos abrieron los ojos de par en par. ¿parecía ser una mujer?, ¿piedras de fuego?, bastante confuso para los jóvenes quienes veían bastante fijo al monstruo.
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- Por fin soy libre, ¡Amo! - [???]
Se alababa a si misma mirando fijamente al chico, su voz era fuerte y femenina, pero bastante distorsionada al aspecto terrorífico. La peli-roja se levantaba lentamente tratando de cargar a Ben en sus brazos, pero la alien se encontraba cambiando de emociones positivas a negativas.
Las pupilas rosas se intensificaban con cada segundo que veía a ambos juntos, las llamas de su cabeza empezaba a subir de tono al poco a poco entrar en la faceta de enojo.
- Ben, ¿que haces con esta perra?, ¡solo debes fijarte en mí! - [???]
- D—De que ha~hablas... - [Ben]
- ¡Te exijo ahora mismo que te alejes de esa puta barata! - [???]
La peli-roja dejó a Ben el suelo y salió corriendo bastante asustada directamente a la caravana del abuelo, dejando a solas al niño con la Alien. Ambos se fijaron con distintas emociones, uno de susto, pánico e incertidumbre, por la otra parte, bastante extasiada, emocionada, enamorada y excitada.
