• Amor + muerte = buenas noches, ben •

Diamante de sangre

Autor: antes que nada, no eh subido nada aquí porque esperaba al dibujante que actualizara los aliens del charnitrix, pero ahora hace 2 días actualizó el diamante y dito, créditos a JTwet 🤝
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—Capítulo 4

La noche había llegado a su fin, con inquietantes imágenes visuales habían provocado traumas de por vida a su juvenil mente, tras esto, aprendió la gran lección de cuidar a su propia familia, si eso significara arrancarse el brazo.

A simple vista parece excelente idea bastante rápida, pero el reloj por experiencia propia ya sabía que encontraría de unirse a el de una u otra manera. Las noticias no son del todo malas, Gwen logró recuperarse con "medicina" del abuelo Max, que para sorpresa del infante fué realmente satisfactorio de observar que seguía con vida

Bufó en un pesado suspiro. Ben sabía perfectamente que le debía una enorme disculpa a su prima, después de todo, es culpa de él por haber investigado el artilugio.

Viendo detenidamente el reloj de su muñeca formaban que algunas que otras ideas, para su desgracia las descartaba poco a poco, era de esperar teniendo en cuenta los futuros problemas que saldrían del botellón.

—Ben, debemos hablar... [Max]

—¿Que sucede, abuelo?

—Se que estás deprimido por todo esto... y yo como tú abuelo solo te puedo decir que no te amargues por lo sucedido con tu prima, ella entiende perfectamente sobre tu situación, solo trata de alegrarte para que le alegres su día [Max]

—Abuelo...

Ben empezó a temblar de miedo, su pánico crecía con el pasar del tiempo a través de la charla, Max le dedicó una sonrisa aparentemente de compasión mientras que envolvía el cuello de Ben a través de sus brazos.

Los cálido abrazo de Max era una de las pocas cosas en el mundo que lo calmaba, aún así, el no paró con su sufrimiento mental.

La charla acabó pacíficamente, nadie refutó nada hacia el respecto sobre lo sucedido, aunque todo no podría ser bastante visible al radar del ojo, ben por más que lograba sonreír no era feliz.

Entrando a escondidas a la Rust Bucket sin el permiso de Max, Ben tenía claro el objetivo de haber entrado a la casa rodante, aprovechaba cada minuto desde que su abuelo se había ido a solucionar unos problemas de negocios, mas específico, repuestos de emergencia para la Rust.

Sentándose cuidadosamente al lado de la doble cama de su prima, el lagrimeaba con las pocas energías que lo consumían con el pasar del reloj.

—Gwen...

Susurró tristemente mientras acariciaba el cabello de su familiar, la mordida de bestia había dejado un profundo trauma en la infante.

Según su abuelo, había dejado una cicatriz horrible de marca mordida, agradecía a los mismos dioses que seguía viva.

—Se que siempre te eh molestado o siempre digo que te odio, pero no es verdad, créeme, con esto del reloj me eh dado cuenta de lo bobo que no te eh valorado lo suficiente, quizás seas la Need de la escuela, pero créeme que te envidio, seré mejor niño y arreglaré mis errores...

Discursó Ben bastante deprimido, su voz parecía la llama de la antorcha al borde de la extinción.

Por otra parte, Gwen no se había inmutado en absoluto, escuchaba atentamente con neutralidad, por una parte, se sentía querida por su primo, el jamás iba a admitir tales sentimientos así como si nada.

Por otra parte, verlo le recordaba lo doloroso que fué la mordida de ¿87 dientes?, se mantenía al margen de tal dolor, recordaba que gracias al aliento del monstruo logró conducirla directo al mundo del Morfeo.