Transmigrar a un viejo sobrante de la antigüedad

10

Capítulo 10

Lu Zheng'an se dio la vuelta y vio a Li Erwang en cuclillas en la cresta del campo sosteniendo una cara en sus manos, mirándolo con los ojos inclinados y riendo. "Hermano An, no se puedes pescar así".

Al ver a Lu Zheng'an fruncir el ceño, Li Erwang parecía un poco infeliz. Inmediatamente se puso de pie, se dio unas palmaditas en el polvo de los pantalones y siguió el ejemplo de Lu Zheng'an al quitar sus zapatos y calcetines. Caminó rápidamente cinco metros y luego descendió por la ladera del río hasta el agua.

Lu Zheng'an lo vio encorvado, sacando una gran cantidad de lodo del fondo del río y bloqueándolo, no entendía lo que iba a hacer. Sólo cuando más y más lodo del río bloquearon el flujo de agua, Lu Zheng'an entendió la intención de Li Erwang.

"Hermano An, tira la canasta y comienza desde allí"

Li Erwang se lavó el barro de las manos, se levantó y saludó a Lu Zheng'an.

Lu Zheng'an entendió, agitó el agua de la canasta de bambú y la arrojó frente a Li Erwang. Cuando la otra parte estuvo lista, tomó un tallo de maíz de la zanja del río y enturbió el agua con el tallo de maíz mientras caminaba hacia adelante.

Quizás este truco funcionó y, después de un tiempo, la superficie del agua comenzó a volverse visiblemente animada. Al ver esto, Lu Zheng'an no pudo evitar emocionarse un poco. Mientras caminaba lentamente hacia adelante, sus ojos ocasionalmente miraban la canasta de bambú en la mano de Li Erwang.

Lu Zheng'an y Li Erwang estaban a solo unos metros de distancia y llegaron al final en unas pocas respiraciones. Notó que la canasta de bambú en sus manos comenzó a volverse pesada y Li Erwang inmediatamente la levantó.

A medida que el agua de la canasta de bambú fluye, docenas de peces pequeños del grosor de un pulgar nadan y saltan en la canasta de bambú. Lu Zheng'an no esperaba que la cosecha fuera tan rica esta vez y no pudo evitar reírse por un momento.

Al ver a Lu Zheng'an sonreír, Li Erwang se sintió aún más orgulloso mientras sostenía la canasta de bambú.

"Puede que no sea tan bueno como tú en el trabajo, pero nadie es mejor que yo para pescar y trepar a los árboles".

Después de decir eso, Li Erwang miró el pescado en la canasta de bambú y suspiró: "No, no pienses que hay tantos peces creciendo en esta pequeña acequia del río, si los pesco unas cuantas veces más, supongo que pueden pesar más de diez kilogramos, sin mencionar beber sopa de pescado, incluso venderlos en el pueblo puede generar mucho dinero. "

Dicho esto, Li Erwang no pudo evitar volverse más activo. Miró a Lu Zheng'an, que no dijo nada, y continuó: "Hermano An, ¿puede esperarme aquí un rato? Iré a casa y buscaré algunas herramientas".

Aunque Lu Zheng'an es un adulto, está interesado en la pesca y captura de pájaros. Además, estar inactivo en casa era aburrido. Lu Zheng'an asintió después de escuchar lo que dijo Li Erwang.

Aproximadamente un cuarto de hora después, Li Erwang corrió con un barril y una red de pesca. Al ver a Lu Zheng'an todavía sentado junto a la zanja esperándolo, Li Erwang sonrió, se quitó los zapatos y volvió a entrar al agua.

La pesca puede parecer normal, pero Lu Zheng'an y Li Erwang ganaron mucho después de trabajar duro toda la tarde.

Al mirar los barriles llenos, Lu Zheng'an, que originalmente solo quería atrapar algunos para satisfacer su antojo, de repente se preocupó un poco.

Aunque su familia tiene suficiente comida, no son ricos. Este tipo de pescado pequeño queda más rico frito, pesqué tantos a la vez que realmente no sabía qué hacer con él.

Li Erwang está muy feliz, las condiciones de su familia no son malas, pero no pueden mantener a la gran población. Además, su Cuñada sigue siendo una persona intranquila, no sé si traer tanto pescado a casa mejorará su vida, pero definitivamente es un grano de arena en el ojo.

Aunque parece desalmado en la superficie y lo llaman 'Li Erwang' a sus espaldas, lo entiende mejor que nadie en su corazón.

Al ver a Lu Zheng'an mirando el cubo de pescado en el suelo con una expresión de preocupación en su rostro, Li Erwang sugirió audazmente: "Hermano An, ¿por qué no llevamos estos peces a su casa primero? Iré a buscarlo, Mañana por la mañana temprano, podemos ir a la ciudad a venderlos por algo de dinero de bolsillo.