Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ IV: Dɪғᴇʀᴇɴᴛᴇs ᴍᴜɴᴅᴏs

6 3 0
                                    

⚘ L É A N E ⚘

—Quiero que trabajes conmigo.

El instinto de querer golpetear suavemente mi oído para cerciorarme que he escuchado bien me invade al instante.

¿Esa chica de verdad ha dicho aquello?

—Perdón, creo que no te he entendido... —murmuro, poco segura de sus palabras.

La chica me mira por un instante, y tengo la impresión de que duda por un momento antes de volver a hablar.—Te... te estoy proponiendo que trabajes conmigo.

Bien, esto es muy inesperado.

Pero ni siquiera me conoces... —susurro de manera inconsciente.

—Puede ser, sin embargo, al menos sé dos cosas sobre ti; la primera es que hace una semana has venido hasta aquí para robarte un par de mis artefactos y la segunda es que has elaborado ese perro mecánico bastante bien... Bueno, son tres cosas en realidad, ya que también sé que eres el tipo de persona que tiene la capacidad de disculparse.

Ciertamente su respuesta me deja algo aturdida, no sé si debe a la cantidad de palabras que ha empleado en tan poco tiempo, o si se deba a que utiliza todo aquello como un argumento a su propuesta.

Debo admitir que hasta tengo el impulso de querer soltar una risa por la incredulidad.

—Uh, yo solo vine aquí para disculparme por lo ocurrido —me explico tras unos segundos.— Solamente eso...

Al terminar de explicar le hago un pequeño gesto a God para que venga hasta donde estoy con la intención de marcharnos del lugar. De verdad he sido sincera con lo mencionado, solo regresé hasta aquí para poder disculparme, a pesar de que era notorio que algo así no le afectaría, pero al mismo tiempo no podía sacarme de la cabeza la expresión de tristeza que la chica tuvo esa noche luego de que su padre haya sido tan duro con ella... Luego de verla, incluso tuve un gran impulso de no llevarme nada, pero el hecho de tener a mi hermanita enferma y tener que cumplir con la mujer de la botica, fue un motivo de bastante peso para escabullirme con todo y solo irme.

De todas formas, honestamente no sé porqué he regresado hasta aquí.

Digo, tengo cierta claridad en que mi motivación de estar de vuelta se debe a esa expresión delicada y triste que reflejó su rostro, la que no dejó de dar vueltas en mi cabeza estos días... Pero además de ello, no es como si tuviera una razón en concreto y válida para estar otra vez aquí.

Empezando por el hecho de que no le pides disculpas a alguien que has robado, desde allí mi actuar ya no tiene lógica.

Qué decir de que hacer todo esto es una exposición innecesaria para mí, me refiero, la otra noche terminé casi con una costilla rota por caer desde el techo de este lugar porque uno de sus artefactos me empujó. Y por otra parte, si alguien de Vathys notara que nuevamente he subido hasta aquí, sería prácticamente firmar para que me tuviera como su conejillo de los mandados. Ya está de más hasta mencionar que la mujer de la botica no quedó muy conforme con lo que le entregué y mandó a sus matones para que me dieran una paliza como parte del pago.

Solamente señales de que es una verdadera estupidez el haber vuelto hasta aquí, pero pareciera que mi cerebro no lo captó muy bien.

—Espera, por favor.

De repente siento un agarre alrededor de mi brazo y al bajar la vista noto que se trata de la mano de la chica, que me detiene de poder retroceder.

—Debido a los artefactos que te llevaste, me he retrasado en avanzar en otros, así que por eso te digo que trabajes conmigo —pronuncia mientras su expresión se torna levemente más seria.—Tus disculpas se sienten sinceras, pero creo las acciones valen más... Y me lo debes, porque te dejé ir.

Mentiría si dijera que no se me hace interesante lo que me propone, me refiero, si soy muy sincera, ver tantos materiales y herramientas alrededor me produce un entusiasmo gigantesco en el interior... A pesar de que en realidad sería en cierto aspecto una represalia por lo que hice.

Pero quién sabe, tal vez hasta podría beneficiarme de algo todo eso.

—Sé que no debería ser así, pero podrías beneficiarte si te quedas —la chica comenta, casi como si leyera mi mente.— Ya que mencionaste lo de tu hermana... Podría darte un pequeño pago al finalizar.

La situación honestamente parece falsa.

¿Quién diablos te ofrecería una paga por haberle robado prácticamente?

De verdad que estoy aturdida por esto, sin embargo soy consciente de que resulta ser la realidad cuando disimuladamente me pongo a analizar el agarre que aún rodea uno de mis brazos.

Esta chica en serio es un caso.

—Supongo que si es así, no tengo otra opción...

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 08 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Mantendré el secreto [GL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora