PROMISES AND DEBTS - EWFSOO

12. Pocos centímetros.

―A partir de ahora solo te escucharé a ti.

Una y otra vez, rebobinándose en mi cabeza.

¿Estaba soñando? Sí. Definitivamente estaba soñando.

Pellizqué mi brazo y pegué un pequeño brinco. Sí, dolía.

Estaba en el patio parada frente a Seo-jun, nuestros rostros estaban a menos de treinta centímetros, él se había agachado un poco para estar a la altura de mi cara.

Él estaba insinuando que yo debía tener sus llaves, de la nada, porque sí, y ahora insistía con la idea.

Intenté devolvérsela, pero su respuesta volvió a ser esa "Solo te escucharé a ti." por lo cual, decía que tenía él derecho de quedarme con la llave.

―Han Seo-jun, estás siendo completamente irracional.― le digo. Tomo las llaves de sus manos y las sostengo delante de su cara.― Esto no es mío, tú no eres mío. No me gustas, no te gusto. Esa es la cuestión.

―¿Por qué aseguras que no te gusto?― pregunta volviendo a su postura.

―.. porque lo único que te gusta es querer derrotar a Soo-ho, pero adivina qué. No le importo. Esto es inútil.

Él sostiene su sien con su mano derecha.―¿Estás segura?― inquiere y se acerca a mí con dos pasos más.

Ahora habían menos de diez centímetros entre nosotros.

No iba a retroceder. Retroceder es signo de derrota y Seo-jun no iba a derrotarme.

Me mantuve en mi lugar mirándolo fijamente a los ojos.

Pronto, se acercó más a mí y nuestros rostros quedaron a milímetros, cuando quise tirar mi espalda hacia atrás, él me sostuvo con su mano y me lo impidió.

―No tendré problemas en la escuela por tu estúpido capricho.― le dije y lo empujé con ambas manos.

Él sonrió de lado y miró hacia un costado, donde su sonrisa arrogante creció aún más.

Seguí su mirada y él otro chico miraba furioso aquella escena.

—Mierda.— dije.

Soo-ho miró hacia el frente y continuó caminando.

—Se vuelve loco.— habló Seo-jun.

—¡Deja de hacer estupideces!— le grité a Han Seo-jun.— ¿Sabes qué? Dame esto.— digo y tomo las llaves.— A ver si así dejas de ser tan pesado al ver qué hago con ellas.— dije y comencé a caminar.

Él quedó perplejo a mi lado, apresurándose para alcanzar mi paso. Al parecer ahora creía mis amenazas.

— Min-hae, es mi hija. Es como.. es todo para mí.

Lo miré y sonreí.— Supongo que es nuestra ahora.— Finalicé guardándolas en mi bolso.

Continué caminando y me pregunté miles de veces más.

¿Por qué Han Seo-jun quería que yo tuviese sus llaves?

Todos decían que Ju-kyung y Soo-ho hacían linda pareja, que ambos se atraían, etc. etc.

¿Por qué Han Seo-jun prefería elegirme a mí antes que a ella?

¿Y por qué me confiaba las llaves de su moto? Podría hacer cualquier otra cosa.

Sin embargo, algo dentro mío le vio el sentido.

"Min-hae, es mi hija. Es como.. es todo para mí." Esa era la razón por la que me daba aquella llave. Soo-ho lo conocía, él sabía que esa moto era lo más importante para él luego de su familia, por eso me confiaba la moto.