VALKAL: SELLO DEL ECLIPSE #3

CAPÍTULO 2

Las escenas de mí asesinando a ese hombre estaban impactandome, repitiéndose una y otra vez sin cesar. Supongo que era normal, era la primera vida que robaba. Pero era claro que debía seguir la ley de mi padre. Aquel sujeto le deseaba la muerte a mi hermano, a su rey, debía ser castigado. Tiempo atrás tal vez hasta le suplicaba al hombre entre llanto que no deseara eso, pero en ese entonces se trataba del Solen ingenuo tan ingenuo que todos decidían por él. Cuando vi aquel dia a mi hermano siendo herido por mi padre Loyter y Azafat , me prometi a mi mismo borrar a mi antiguo yo. No más piedad, ni más inocencia. Ahora era un rey, un elfo en todo su esplendor.

Pase una de mis manos por mi cabello, dejando salir un suspiro debido al estres en mis pensamientos. Mi largo y suave cabello acaricio mis dedos. Fue entonces que noté que tal vez necesitaba un corte. Aun que, el largo de mi cabello hasta mi cintura era algo muy caracteristico en mi raza. Creo que debo dejarlo así.

— Majestad, ¿Me permite un poco de su tiempo?.

La voz de itsa me hizo volver a la realidad, dejando mis pensamientos al aire. Me encontraba en mi oficina, con muchos papeles haciendo desorden en mi escritorio.

— Adelante — permití.

Itsa entro a mi oficina, abriendo la puerta con cuidado y cerrandola de la misma forma.

— Por favor, toma asiento — le pedí.

— Gracias, Majestad — él sonrió en agradecimiento e hizo caso a mi petición, sentándose en la silla pegada a mi escritorio. Quedando justo frente mío.

Itsa es un joven realmente hermosa, tiene facciones muy definidas que hacen sobresaltar su piel de porcelana. Tiene una mirada tierna. Apenas tiene dieciocho años, justo como Gosh quien recientemente los cumplió. Itsa, a diferencia de otros dragones, no tiene largo el cabello, a menos no al largo al que estoy acostumbrado. Tampoco es lacio, si no tiene ligeras ondas. Su cabello cubre sus orejas, pero solo hasta ahí, también tiene fleco. Luce bien.

— Dime ¿Tienes respuestas? — fui directo al grano.

— Ciertamente es así. Es claro que esta involucrada la magia negra. Según lo que mi maestro me enseño.. — por maestro se refiere a Koter -... su pueblo esta sufriendo por un antiguo hechizo oscuro conocido como: Recaius. Este hechizo empieza con síntomas comunes como tos o fiebre , es por eso que nadie lo puede identificar hasta que el veneno o virus este avanzado. El otro detalle es que avanza rápido, hay quienes solo les basta un día para que el hechizo empiece a presentar sintomas peores, que son los que usted vio esta mañana. Una vez el hechizo se aloje en el cuerpo del paciente, solo es cuestión de horas para pudrir todo el cuerpo y luego, se desintegrara — termino de explicar.

— Osea que, ¿Veré morir a mi pueblo? — solté sin poder creerlo.

— Por suerte aun podemos combatirlo. Yo haré una parte, pero usted deberá hacer la parte más pesada.

— ¿Y eso es?.

— Usar su magia.

— Pero claro que debía ser eso — dije con obviedad.

— La magia negra solo es derrotada..

— Por la misma magia negra — terminé la frase por Itsa.

— Hay una planta que solo se consigue en el campo Sullum, la reliquia sacra que solo Astra tiene a su disposición. Conozco la planta por medio de dibujos hechos en el libro medicinal, sabré identificarla — me informó.

— ¿Eso bastará? — quería estar seguro que no era perdida de tiempo.

— Según los antiguos libros medicinales de magia prohibida, eso debería bastar. Claro, siempre y cuando sea ejercida por un mago negro. En este caso, usted — me señalo con respeto.