CAPÍTULO 5

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Para cuándo el sol había alcanzado el palacio de Astra, ya nos encontrabamos en las afueras del reino, justo en el límite. Me había encargado de todo antes de partir.

Ordené que mi hermano fuera en la carroza mayor del palacio, era una carroza alargada y lo suficientemente espaciosa para que Zafir pudiera viajar acomodado. Dentro de la carroza había una cama vestida de sedas finas que yo mismo mandé a comprar, todo para que Zafir viajará como el rey que es. Arsemi iba dentro de esa misma carroza, se aseguraba de que Zafir se mantuviera tranquilo, si algo pasara ella nos los  haría saber. Antes de salir del palacio, Itsa se encargo de darle la medicina a Zafir así como también de revisar todo su centro mágico. Al parecer había estado algo alterado, pero nada que no se pudiera mantener en orden.

Había llevado a un puñado de mis soldados, mientras deje a otros acargo del reino, debido a que tome la decisión de que Karnas sería quien me acompañaría al submundo. Se que aún que Gosh este enojado, él haría un buen trabajo en Astra, es mi hijo a fin de cuentas, actuaría como un príncipe. Aún que a decir verdad, no me gusta la idea de irme cuando él está enojado conmigo.

— ¿Todo listo? — Koter se acercó a preguntarme, mientras montaba uno de los caballos prestado por mí.

Arkun me dijo que no irían por el cielo, se mantendrían abajo junto a nosotros, ya que para llegar al submundo hay que atravesar un portal que conecta al bosque alba con dicho lugar. Así que ellos nos guardian hasta ahí.

— Si te refieres a que Gosh se quedará en este reino odiando a su padre, entonces si, todo listo — solté, sarcástico.

— No hablaba de eso... — Koter hizo una mueca ante mi respuesta.

— Ya lo sé — suspiré — es sólo que teníamos rato de no tener un momento tan amargo.

— Lo lamento, pero sabes que sólo quiero protegerlo. Gosh es inestable en estos instantes, si intentará algo, seguramente acabaría muerto.

Koter tenía razón. Era mejor esto, y ya lo sabía, sólo me dolía la manera en que tenía que dejarlo.

— Es momento de partir, Solen — habló Arkun.

— Solo voy a establecer un campo de protección — comenté — pero antes... — hice aparecer una cadena que tenía de dije una perla negra, y se la extendía a Arkun — eh empañado está cadena de magia negra , pero necesito que la empañes de tu magia blanca. No te preocupes, será como un permiso para que Karnas pueda teletransportarse del submundo a Astra y viceversa, de esa manera él me apoyara con mi reino y no se mantendrá descuidado.

— Claro, majestad — me dió una sonrisa con orgullo luego de tomar la cadena. Cubrió el dije con la palma de sus manos y noté como una pequeña luz se asomo en ciertos espacios de sus manos — listo — me devolvió la cadena con el dije.

— Karnas — le llamé, alzando un poco la voz.

— Dime — dijo, llegando a mis espaldas, montando un caballo como todos nosotros.

— Usa esto. Te ayudará a conectarte con Astra y el submundo, al fin de cuentas necesitaré de tu apoyo en ambos lugares. Podrás teletransportarte con ayuda de esta cadena, el dije es muy importante. No lo pierdas — le indique a su vez que le daba dicho accesorio.

— Así será, majestad — asintió y se colocó la cadena.

— Es hora de partir, Solen — me indicó Arkun.

— Lo sé, tío — asentí.

Extendí mis manos hacia el frente, justo en dirección a mi reino e invoque mi magia demoníaca. En este tiempo me eh concentrado en perfeccionar la, al final es mía, puedo hacer con ella todo lo que me plazca.

VALKAL: SELLO DEL ECLIPSE #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora