Capitulo 5

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Llegamos a casa de los abuelos de madrugada, porque mi papá se empeño en manejar toda la noche en vez de parar para dormir. En el auto me puse los audífonos y programe una lista de Il Volo para conocerlos mejor, pero me me quede dormida en la tercera canción. Desperté en el garaje de los abuelos . Aunque pedí que me dejaran en el asiento trasero del auto y que solo me pasaron una cobija, mi mamá insistió que entrara a la casa, me pusiera mi pijama, me lavara los dientes y estrenara el que seria mi nuevo cuarto.

Yo sentía los ojos pesados. A cada paso me quedaba en medio de dos bostezos, pero por lo menos me había puesto los pants que uso para dormir: al menos eso he aprendido con tanta cambiadera de casa y ciudad.

-Ya tengo puesta la pijama- le dije.

Ella empezó a criticar mis pants, como de costumbre, pero no le hice caso: en ese momento ni siquiera me fije en la casa. Es mas, si hubieran tenido un elefante en medio de la sala no me habría dado cuenta porque lo único que quería era dormir.

No se porque, pero dormir en el auto siempre me ha parecido muy sabroso: recargo la cabeza en la ventana, cruzo una pierna encima de la otra, me cruzo de brazos, y el mismo trayecto me va arrullando...Lo malo, es cuando llegamos antes de que yo despierte y hay que desentumir las piernas, salir al frió y sentir el cuello torcido.

Me lave los dientes y me metí en la cama indicada, sin voltear a ver la recamara ni nada. Mi papá apago la luz, y me arropo con las cobijas como cuando era niña y me dio un beso en la frente. Cerré los ojos convencida de que había logrado cambiar de locación, pero cuando mi papá salió y cerro la puerta se me abrieron los ojos en automático. Las sabanas me parecían demasiado frías y resbalosas, así que me pare y me puse una sudadera encima de una playera que usaba con los pants. Me volví a meter a la cama, pero entonces me pareció que la almohada era muy bajita y dura. Pensé en quitarme la sudadera y meterle una toalla adentro y amarrarla toda para convertirla en almohada, pero entonces otra vez me iba a dar frió. Otra opción era prender la luz y buscar en la recamara una cobija o algo, pero la verdad me daba flojera, así que nada mas doble la almohada para que tuviera un poco de consistencia y trate de dormir otra vez... pero entonces me dieron ganas de hacer pipí. Ahí si no había mas remedio que salirme de la cama.

Para no tener que prender la luz use como linterna mi celular, aprovechando que duermo con el debajo de la cama (no por adicta, bueno tal vez un poco). Así que con mi celular a modo de lamparita salí al pasillo, solo para darme cuenta de que no tenia ni idea de cual de las puertas era la del baño, a pesar de que no habían pasado ni dos horas desde que me había lavado los dientes. ¿Que tal si entraba al cuarto de mis abuelos y los despertaba? ¡Bonita forma de empezar la relación! Iba a usar el método detin marin dedo pingue, pero mejor use mis recién soñados dotes de espía y puse la oreja contra la puerta mas cercana, clarito oí los ronquidos de mi papá, así que esa no era. Pase a la siguiente puerta y al recargar la oreja me fui para adentro porque no estaba cerrada. Por suerte ese era el baño. Hice lo que había ido a hacer y regrese a mi cuarto, pero ahora tenia hambre. Hice cuentas: mi ultima comida había sido a las seis de la tarde y eran las cuatro de la mañana.¿Habría algo en el refri? Volví a usar mi celular como lamparita y con mucho cuidado de no tropezarme, baje las escaleras. Abajo había una luz prendida. Dude en seguir adelante y regresar a mi cuarto, pero mi estomago rugió de tal manera que me impulso a seguir avanzando. Di dos pasos mas y me llego un olor a café recién hecho. Eso termino quitándome lo tímida y entre a la cocina y me encontré con el abuelo Flynn, que estaba sentado en el antecomedor y puso una cara como de niño al que pescan haciendo una travesura.

-¡Elsa!¿Que haces despierta a estas horas?

Me lo dijo en un tono como de broma que a regaño, pero nunca habíamos hablado a solas así que no supe que pensar. Nada mas le sonreí. Él me devolvió la sonrisa, se levanto de la mesa y saco una taza de la alacena.

Mi hobbie, mi vida (Hiccelsa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora