Aquino, desesperado al ver a su madre sujetando al gato, intentó explicarle.
- Mamá, es que lo encontré en la calle, estaba solo en una caja de car... -
- ¡No quiero excusas, Aquino! - interrumpió su madre. - Vas a votar a ese gato y no quiero verlo nunca más, ¿oíste? -
- Sí... - respondió Aquino, triste y sin saber qué hacer. Tenía miedo de lo que le podría pasar al pobre gato si lo dejaba a su suerte. Pensó en qué hacer. - ¡Ya sé! - exclamó.
Aquino, un poco entusiasmado, bajó las escaleras y fue con su madre.
- Madre, ¿podemos quedarnos al gato solo por 3 días? -
- ... -
- Agh, ok, después de 3 días lo votamos - dijo finalmente su madre.
Obviamente, el plan de Aquino era que su madre se encariñara con el gato para poder quedárselo. El único problema era que su madre no era fácil de convencer. Sin embargo, mientras los días pasaban, la madre de Aquino sí se encariñó con el gato y terminó quedándoselo, pero aún no tenía nombre. ¿Cuál sería?
- ¡Aquino! - llamó su madre mientras bajaba las escaleras. Aquino vio a su madre con el gato. - Ya sé qué nombre tenemos que ponerle.
- ¿Cuál? - preguntó Aquino.
- Mari - dijo su madre.
- ¿Por qué? - inquirió Aquino.
- Porque resultó ser hembra y me gustó el nombre, así que Mari será - explicó su madre.
- Claro - respondió Aquino.
Aquino siguió yendo a la universidad. Después de la semana tan esperada, Duxo regresó. Aquino, feliz por poder ver a su amigo más íntimo, lo abrazó fuerte. Duxo le devolvió el abrazo, y luego los dos empezaron a hablar de lo que había pasado, más que todo Aquino, porque Duxo estuvo todos los días en cama.
Llegó el 14 de febrero y los dos estaban raros, no podían hablar tranquilamente, se sentían inquietos hasta que Duxo comenzó:
- Aquino...
- ¿Mmh? - respondió Aquino.
- No tuve el valor para dártelo, pero en por nuestra amistad - dijo Duxo, dándole una caja con unos cuantos chocolates, mostrando que se había comido algunos anteriormente.
- ¡Pff! JAJAJAJA, ¿no aguantaste las ganas de comerte algunos? - bromeó Aquino.
- No sé de qué te ríes, tú también hubieras hecho lo mismo - respondió Duxo.
- Bueno, tienes razón, yo también te traje algo - dijo Aquino, sacando una rosa pequeña de su bolsillo y dándosela a Duxo.
- Qué bonito de tu parte, Aquino - agradeció Duxo. Después de eso, hablaron de lo más normal hasta que se tuvieron que ir.
Hicieron lo mismo todos los días: hablaban, se despedían y luego otra vez lo mismo. Hasta que Aquino sintió que tenía la confianza para invitarlo a su casa a pasar el rato.
- ¡DUXO! - llamó Aquino.
- ¿Mmh? - respondió Duxo.
- Te estaba buscando. Quería preguntarte si quieres ir a jugar videojuegos a mi casa.
- No tengo nada que hacer, así que sí.
En la casa de Aquino, Aquino le dijo a Duxo:
- Entra con confianza.
- Qué bonito lugar - comentó Duxo.
- Muchas gracias. Arriba está mi habitación, sube. Yo llevaré comida.
Mientras tanto, Duxo subió las escaleras, fue a la habitación de Aquino y encontró a su gato. Apenas lo vio, lo acarició y lo levantó. Luego se sentó en la cama de Aquino y puso al gato en su regazo.
Mientras Aquino preparaba la cancha y abría una bolsa de papas Lay's para ponerlas en un tazón, también llevó soda, etc. Cuando subió las escaleras, vio a Duxo con el gato. Entró al cuarto, Duxo se asustó y dejó al gato en el piso. Aquino solo se rió, dejó la comida, le pasó un mando a Duxo y empezaron a jugar.
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Ajshgsjsj 3 en una
El nombre del gato
Especial 14 de febrero (atrasado)
Y una visita a la casa de Aquino
Bueno a esperar al martes igual ni lo subí el viernes xD
No es tan corto verda?
