𝑩𝑬𝑨𝑼𝑻𝑰𝑭𝑼𝑳 𝑨𝑵𝑮𝑬𝑳 // 𝖳𝗁𝖾 𝖠𝗏𝖾𝗇𝗀𝖾𝗋𝗌

𝐏𝐫𝐨𝐥𝐨𝐠𝐨

En el infierno:

Lucifer Morningstar, Rey del infierno, el hombre más temible de la tierra y los cielos, estaba pasando los últimos momentos que tenía junto a su pequeña hija. Su esposa Lily, se encontraba a unos pasos de su hija y su esposo, intentando tranquilizar las lágrimas, la culpabilidad la llenaba por completo, pero ya no había vuelta atrás y ahora solo se tenía que encargar de que la primogénita de su matrimonio, se mantuviera con vida, aunque eso signifique alejarse de su pequeña.

-Mi reina- la voz de su esposo, la hizo voltearse y acercarse a su familia, miró a su pequeña en los brazos de su esposo, la pequeña se encontraba durmiendo plácidamente.

-No quiero que se vaya Lucifer- comentó Lily en un susurro, el cual fue escuchado por su esposo.

-Es la única forma de que este con vida, Jhon la va a cuidar muy bien, el se encargará de protegerla, estoy seguro- intento animarla su esposo.

Jhon el hermano menor de Lucifer, príncipe del infierno, había decidido ir a la tierra a explorar nuevas cosas, tras resivir el consentimiento de Lucifer, Jhon empezó su aventura por la tierra, luego de un tiempo,  consiguió un trabajo y una hermosa casa cerca de un lago, no se había ganado ningún enemigo durante su larga vida y sabían que el aceptaría de inmediato proteger a su pequeña sobrina, estaba más que claro que haría cualquier cosa por su hermano mayor y el bienestar de los integrantes de su familia.

-¿Pero qué pasaría, si nuestra hija se va y no la volvemos a encontrar?- pregunto la reina, tenía miedo de que su hija la olvidara, que Jhon nunca hablara con la niña sobre sus padres.

-Sabes que Jhon se encargará de ella nunca nos olvide y siempre sepa quienes somos, y la razón por la cual la dejamos en la tierra- respondió la pregunta de su esposa, el rey intentaba mantener la calma ante todo, no podía iniciar una guerra con Isabel, más conocida como Dios y mandar a su gente a la muerte, pero despedirse de su hija le rompía el corazón en pedazos, y intentaba no llorar frente a su esposa -y si eso llega a suceder, siempre tendremos una forma de encontrarla- comentó, mientras tocaba suavemente la marca de nacimiento de su hija; dos estrellas pequeñas en el cuello, una alejada un poco de la otra, esa marca de nacimiento era digna de un Morningstar, la tiene su hermano, la tiene el y ahora la tiene su hija.

-Su majestad- un demonio se presentó en la puerta, mientras hacía una reverencia, luego levantó la vista hacia los reyes -ya es hora.

El rey asintió, y tomó la maleta de su hija con su mano libre, cuando está por avanzar, la mano de su reina lo hizo detenerse.

Su esposa, se permitió quitarse su collar que tenía tallado la inicial "M", en honor a los Morningstar, al tener el collar en sus manos, lo coloco suavemente en el cuello de la niña, le quedaba suelto por ahora, pero cuando su hija crezca, el collar le quedará a la perfección, Lily dejo un beso en la frente de su hija, mientras las lágrimas aparecían de nuevo.

-Te amo, mi niña- murmuro dulcemente, su mirada se dirijio a su esposo -lo siento mucho- el rey se acercó a su esposa y dejó un pequeño beso en sus labios.

-No es tu culpa cariño- beso su frente y se dirijio a la salida de la habitación matrimonial, al salir, las puertas de esta se cerraron y camino directo a la sala donde estaba el portal hacia la tierra, no habia sido culpa de su esposa enamorarse y la de el tampoco, pero si eran responsables de la traicion que habian cometido.