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Desde que ví a Jungkook mi vida se volvió… caótica.

Los colores que usa en sus cabellos cada cierto tiempo me dejan alocada, aquello ojos que también cambiar como si fuera dependiendo del día y su estado de ánimo, o simplemente la manera en ignora a todas las chicas que lo rodean es lo que hizo llamar mi atención y se volviera el sol y yo el planeta tierra que gira en torno a él.

Y no es que él sea el responsable de todo, pero si tiene mucho que ver en ello.

Llegó a mi escuela a mediados de Agosto y todas las.chicas.quedaron prendadas de su belleza inhumana y seriedad, por qué sí, todas y cada una de nosotras sabemos que mientras más nos rechazaban, más le ponemos el empeño de conquistar.

Así es Jungkook, nunca miro a ninguna, es muy reservado con todos, aplicado e inteligente, y aunque no fuera su fuerte él siempre terminaba siendo el mejor en todo.

Tenía un don innato en todo, artes, deportes, álgebra, idiomas, historia, ciencias, y literatura, verlo con un libro abierto leyendo, con esos anteojos enormes que cubrían la mitad de su rostro era lo más hermoso que podía existir en esta tierra.

Y yo… yo caí en un profundo abismo solo por él.

Antes que llegara era la más aplicada, para todo acudían a mi, los maestros confiaban en mis aptitudes, pero me encegueció y fui alguien que ni yo reconocía.

Mi hermano comenzó a preocuparse tanto por mi que incluso tomó la decisión de mudarnos porque creyó que me hacían bullying en la escuela, y yo solo bajé mis notas por un poco de atención.

Que estúpida fui… hasta ahora me doy cuenta.

— Hola Jungkook —dije nerviosa

— ¿Presidenta? —respondió algo tedioso en un suspiro.

— Lo siento, es que, hay un problema en álgebra que no comprendo.

— Que extraño, según yo, tienes el mejor promedio, podrías incluso competir conmigo.

—. Oh… ¿En serio?

— ¿Por qué mejor no me dejas tranquilo y sigue tu camino? —contestó con pesadez.

Aquella vez me rompió el corazón su antipática respuesta, nunca le había hablado, nunca me había atrevido a decirle nada, simplemente quería que me viera entre las demás, y fue solo una molestia para él.

Cuando volví a mi pupitre me recosté entre mis brazos, lloré en silencio, ustedes no saben lo difícil que fue para mí juntar esas fuerzas para finalmente ser rechazada.

Desde ese día comencé a dejar a medias mis evaluaciones, responder lo que fuera sin leer las preguntas siquiera, mi puntaje bajó notoriamente, y fui una de las peores en la clase.

El profesor llamó a mi hermano para preguntar si había algún problema en casa, los tres hablamos en una reunión exclusiva, tampoco es que les dijera que lo hacía para tener la atención de un chico, me tomarían por loca, y sí, lo era. Pero según yo, solo sería hasta que lo conquistara.

— ¿Qué sucede contigo? —grito mi hermano ofuscado por la situación— ¿Te están acosando?

— ¿Qué?... ¡No!

— ¿Entonces qué?, eras de las mejores y ahora podrías repetir el año.

— Nam Jonnie…

— Ji Na, confía en mí, debes contarme para yo solucionar esto.

—Oppa, no es nada, solo una mala racha, ya verás como me recupero pronto.

Mis padres fallecieron cuando yo tenía ocho años, Nam, tenía quince, ellos salieron de compras y un hombre ebrio los atropelló mientras cruzaban la calle, desde entonces somos solos, y él me ha educado muy bien, creo que este plan de ser la tonta solo para tener un poco de clases privadas por parte de Jungkook, es una mala idea.

¿Cómo conquistar al chico Gay?             -Finalizada-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora