Capítulo 80

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La expresión de Duan Mingyang después de escuchar estas palabras podría describirse como un arcoíris de emociones.

Claramente se veía la sorpresa, mezclada con un poco de conmoción, culpa y un toque de incomodidad placentera.

"¿Tu... lo hiciste por mí?", preguntó.

"¿Para quién más podría ser?", pensó divertido Li Luo para sí mismo, respondiendo con seriedad en su rostro, "Señor Duan, no te equivoques por mi apariencia, desde el principio hasta el final, sólo he nadado en tu océano".

Los ojos de Duan Mingyang, que siempre parecían sombríos, se iluminaron ligeramente.

Luego, soltó los brazos y su pesado cuerpo se dejó caer directamente sobre él, como si finalmente pudiera relajar los nervios tensos que había tenido durante tanto tiempo, soltando un largo suspiro y enterrando su rostro entre los largos mechones de cabello en su cuello, oliéndolo suavemente.

"Pensé... que habías nadado en el río Jiang", dijo.

Li Luo tardó un segundo en reaccionar, "¿Jiang Liushen? ¿Por qué lo mencionas de nuevo? No te dije que..."

Se detuvo, de repente se dio cuenta de dónde estaba el problema.

"¿No crees... que me dejé el cabello largo por él, verdad?"

Duan Mingyang preguntó: "¿No hiciste una apuesta con él?"

Li Luo rió, "¡Eso fue solo el principio! ¡Después de eso, todo fue por ti! ¡Vaya... así que has estado malinterpretándolo desde hace tanto tiempo! Parece que todos estos años he estado perdiendo el tiempo, voy a cortármelo pronto. Déjame adivinar. ¿Esto significa que no puedo cortármelo más? ¿Me estoy perdiendo algo?" Li Luo bromeó mientras abrazaba la espalda de Duan Mingyang, disfrutando de su repentino cambio de actitud.

Duan Mingyang apretó su cintura con fuerza, su voz sonaba un tanto apagada mientras decía: "No, no puedes volver a cortarlo. Lo siento".

Li Luo se rió entre dientes por la mezcla de orden y disculpa en sus palabras, algo que nunca había escuchado antes. Luego, aprovechando la cercanía, continuó bromeando: "¿Quién te crees que eres? ¿Antes no eras tú quien me ordenaba cortarlo? Duan Mingyang, tu cambio de actitud es impresionante - Mmm..."

Sin embargo, antes de que pudiera continuar, Duan Mingyang le tapó la boca con una mano.

Pero en lugar de mantenerse serio, Duan Mingyang lo besó apasionadamente, una y otra vez, como si nunca pudiera cansarse de él, como si no quisiera separarse de sus labios.

Los besos después del acto eran siempre tiernos y afectuosos como este.

Los labios de Li Luo se volvieron tan suaves como su corazón, y después de ser besado durante unos diez minutos, aún no quería detenerse, lamiendo sus labios húmedos, pidiendo más: "Solo un poco más..."

Duan Mingyang complació su deseo, dándole otro beso antes de preguntar en voz baja: "¿Te gusta besarme?"

"Me encanta...", respondió Li Luo.

Duan Mingyang lo besó de nuevo. "¿Te gusta estar conmigo en la cama?"

"Me encanta...", dijo Li Luo, esta vez con más énfasis.

Duan Mingyang lo besó profundamente una vez más antes de preguntar: "¿Qué es lo que más te gusta?"

Li Luo sonrió, entendiendo la pregunta. "Lo que más me gusta... eres tú".

"Y tu a mi", dijo Duan Mingyang.

Sus miradas se encontraron, llena de ternura como nunca antes. Duan Mingyang sonrió, mostrando una ternura que antes no había mostrado.

Después del amanecerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora