Las horas pasaban rápido cuando estaba en la escuela pero en el trabajo el tiempo era de lo más lento y doloroso porque tenia ciertos recuerdos con mi panque... digo, con YoonGi en aquellos lugares por lo que preferí renunciar antes, de todos modos no tenia caso seguir ahí. El jueves solo asistí a la escuela para que me dieran todos los documentos necesarios, incluido el boleto de avión, fue tan extraño ver aquella fecha impresa, era como si me recordara constantemente que por ello terminó la relación que me hizo volver a ser feliz.
En mi camino a casa, mientras caminaba bajo la ligera lluvia que comenzaba a amenazar, recordé una de nuestras tantas platicas:
[-¿Tienes un sueño panque? -Casi no hablábamos de esos temas, no es que no nos interesaran simplemente no se nos había ocurrido platicarlo
-¿Un sueño? No se, jugador profesional de basquet, dj en una estación de radio... Mmm... Viajar a otro país contigo -Sonrisa felina al ataque = corazón acelerado- No se pero necesito estudiar bien primero, así que nuestro viaje debe esperar
-Jajaja ¿Ya decidiste nuestro viaje?
-Sip, hace mucho pensé en mi futuro y creo que en cada imagen apareces tú]
***Llegué a mi departamento y afuera estaba Jungkook junto a Taehyung esperándome, a pesar de que su relación se dió de manera tan fugaz parece funcionar bastante bien.
-¡Hola! ¿Que hacen aquí? -Pregunté con mi sonrisa mas amable, Jungkook era a quien menos necesitaba preocupar
-Venimos a ver como estas, solo eso -Kookie estaba triste, eramos como hermanos y era la segunda vez que nos alejabamos.
-Estoy bien, algo cansado arreglando los tramites pero todo va bien, no te preocupes -Revolví su cabello- Gracias
-¿En serio te vas? ¿No vas a quedarte aunque sea a ver el partido final del torneo? -Taehyung de verdad se preocupaba por YoonGi, no nos habíamos visto desde el día de la fiesta pero YoonGi seguido me contaba cosas de todos sus amigos con una gran sonrisa y entre ellos siempre destacaba lo alegre y ocurrente que siempre es V, aunque ahora no lucia tan contento- Suga seguido hablaba de la ilusión que le causaba ser visto por ti, decía que quería dedicarte cada punto que anotara. -Duele
-Perdón, pero no puedo ir.
***Narra YoonGi
"No es como si el mundo se fuera a acabar, el dolor que siento es simplemente porque es la primer persona de quien me enamoro, pero seguro después llegará alguien más, el mundo debe tener muchos princesos ¿Cierto?... Si, ya pasará."Inútilmente me decía eso frente al espejo cada vez que tenia ganas de llorar, pero solo lograba ver mis ojos hinchados y rojos por las incesantes lágrimas.
Escuché sonar mi teléfono toda la noche aquel día pero sabía que si le contestaba sólo le habria dicho que se quedara a mi lado ¿Como podría vivir con la culpa de ser quien le impidiera realizar sus sueños? Prefiero ser yo quien llore en vez de él, yo puedo lidiar con el dolor, él ya ha sufrido demasiado.
Mi mamá preocupada, pasaba por mi habitación esperando que le contara algo, y realmente quería hacerlo pero tenia la sensación de que al decirlo se sentiría más real, seria como aceptar que lo mío con Jin había terminado y que dificilmente volveríamos a vernos, que le tenia miedo a la distancia. Sin preguntar más se limitaba a acariciarme la mejilla y secar mis lágrimas con una tierna sonrisa de consuelo.
Diligentemente fui sin falta a cada unos de los entrenamientos, por lo menos el basquetbol seguía haciéndome sentir bien, mi cuerpo en vez de sudar parecía llorar por mi, puede sonar raro pero así es como me sentía. De alguna forma el día a día volvería a ser como antes, solo dedicado a mis estudios, mi deporte, familia y amigos, tan solo necesitaba tiempo.
***Finalmente el dia del torneo llegó, antes lo esperaba con ansias y ahora solo quería evitarlo, no era solo el día de un partido sino el día de su partida, aun así decidí bloquear mi mente de todo pensamiento externo al partido y traté de dar lo mejor de mi. El silbatazo que anunciaba el inicio del partido sonó y la adrenalina se disparó, mientras siguiera concentrado todo iría bien; entre pases, rebotes, tiros y demás pasaron los minutos, miré frustrado el marcador que no dejaba de marcar los irritantes diez puntos que llevábamos de desventaja hasta que sonó aquel ruido que anunciaba el final del primer tiempo.
Agotado me senté en una de las bancas y me tiré agua en la cabeza para enfriarme un poco, inconscientemente busqué mi celular en mi mochila y al encenderlo recibí un bombardeo de mensajes y llamadas, hacía tantos días que no lo prendía que olvidé el fondo de pantalla que tenia, en la foto estábamos el princeso y yo comiendo helado y tomando un frappe, no pude evitar ver todas las fotos que tenia junto a él y pensar si en este momento ya estaría partiendo hacia otro continente, el dolor volvió.
-¡Suga! -Entre tantos gritos escuché que me llamaban pero no quería que vieran mis ojos llorosos, no en este momento -¡YoonGi!
-¡¡Panque!! -¿Panque? Jaaajaja ahora mi mente jugaba conmigo- ¡Panque!
Levanté de inmediato mi mirada y empecé a buscar entre las gradas aquella voz que pronunciaba esa palabra que me seguia causando vergüenza y emoción... Y cerca de la puerta lo vi, estaba mi amado princeso gritándome con un enorme cartel en sus manos que decía:
"La distancia solo aumenta el deseo de reencontrarse, sin importar qué volveremos a estar juntos" En él estaban dibujados unos panques y una foto suya con un vestido dibujado con plumón, tan bobo y lindo.
Fue como si esa frase provocará que toda preocupación y tristeza se disolvieran y olvidando toda razón corrí hacia él y le di el abrazo mas fuerte que haya podido, sintiendo las lágrimas liberarse, él tomó mi rostro entre sus manos y me dio un suave beso.
-¿Qué haces aquí? ¿Y tu vuelo?
-No me perdería por nada tu gran victoria, cambié la hora. -Ambos sonreíamos pero aun se reflejaba la tristeza en nuestros ojos, solo aplazó la hora.- Pero creo que algo esta mal, van perdiendo
-Jaja lo se, pero no durará mucho. Ahora que te he visto deben preparase -Ya no me dolía tanto, con solo volver a verlo, tocarlo, besarlo y escuchar su voz me sentía mejor.
Corrí hacia la cancha pero antes de que iniciara el juego me regresé para decirle en un susurro algo que aceptó y tomamos como una promesa.