I kissed a girl ― Chiara + Violeta

El derrumbe.

Había una situación tensa en la habitación que compartían Violeta, Chiara y Ruslana. En las mañanas Chiara se levantaba más temprano para no tener que interactuar con Violeta y el silencio era abrumador por las noches.

El sábado era el único día libre en la academia, tenían permiso para ir al pueblo en un horario restringido. Ruslana habló con Omar, el guardia de turno a quién sobornó con dinero a cambio de ignorar el horario restringido y permitirle estar más tiempo en el pueblo, sin que la directora se enterara. Tenía un auto y un plan, qué podría salir mal, solo debía convencer a Chiara.

Volvió a la habitación y ahí estaba la pelinegra, cubierta con una sábana, apenas se le veía el rostro. Era evidente que algo le había pasado, así que Ruslana comenzó con el plan "Revivir a la Kiki".

—Chiara, podemos hablar.—dijo sin tener respuesta alguna por parte de la inglesa.—Por favor, Kiki.

—No quiero, Rusli.—dijo Chiara evitando el contacto visual con Ruslana.

—He estado hablando con Omar.—dijo sentándose en la cama de Chiara.—Me comentó de un lugar hermoso en el pueblo, podríamos ir.—dijo haciendo un puchero.

—Hablas sobre salir de esta maldita academia.—dijo asomándose y realizando por primera vez en una semana contacto visual con alguien.—Acepto.—lo único que quería Chiara era estar lejos de Violeta, ya era bastante sufrimiento coincidir con ella todas las noches.

Chiara se levantó, no iba a bañarse, pero Ruslana insistió que tenía el pelo sucio y debía bañarse. Luego de una corta ducha, se dirigieron al auto de Ruslana con rumbo al lugar que había indicado el guardia de turno.

Al llegar al lugar ambas chicas quedaron sorprendida por la belleza del lugar, era un lago acompañado de una cascada. Salieron del auto y caminaron por el lugar, hasta encontrar unas rocas gigantes donde se sentaron.

—Rus, gracias por sacarme de ese lugar, aunque tendremos que volver pronto.

—No te preocupes de eso, ya lo arreglé.

Chiara se quedó en silencio, contemplando la belleza de aquel lugar, estaba maravillada. Mientras tanto Ruslana ideaba en su cabeza la forma correcta de hablar sobre la situación de la habitación, sin embargo conocía lo suficiente a Chiara para saber que no iba a decir si le preguntaba, solo tenía que esperar a que ella le contara por voluntad propia, mientras iba aprovechar el momento de estar con la chica que tanto quería.

Después de un largo silencio, Chiara esbozo unas palabras mientras tenía la mirada perdida en aquella cascada.

—Rus, te puedo ser sincera.

—Ya lo sé, cariño.—Ruslana conocía tanto a Chiara que sabía que motivo de sus recientes bajones se debía a Violeta.—Es ella ¿verdad?.—esperaba de alguna manera que su respuesta fuera negativa, eso confirmaría muchas cosas.

—Sí, es ella.—dijo derrumbándose, buscando consuelo en los ojos de Ruslana.—La odio, tanto que me quema por dentro, no tengo ganas de nada, solo quiero dormir y no pensar en ella, pero la veo hasta en mis sueños, desgraciadamente todo mi ser anhela estar con ella.

—Yo también la odio, porque te tiene en su mano, porque estás enamorada de ella, ella no te merece, pero uno no decide a quien tener en su corazón.—hizo una pausa para abrazarla.

Chiara en un momento de debilidad se soltó del abrazo y se acercó a besar Ruslana, pero Ruslana se apartó, sabía que no era el momento. 

Por dentro le quemaba ignorar así a la chica que amaba, pero en el fondo sabía que ella no era la Chiara de la que se enamoró, era otra chica, volvió abrazar a la chica que se encontraba devastada, a pesar de todo la seguía amando y quería protegerla, se juró a si misma que Violeta pagaría por esto. 

Mientras tanto en el pueblo se encontraban varios estudiantes de la academia aprovechando su día libre, entre ellos se encontraban Alex, Denna y Violeta en la fila del cine esperando por su única función.

—Denna, Chiara me está ignorando y hoy no se ha levantado de la cama.

—Yo la vi salir junto a la nueva, la pelirroja.—dijo Alex uniéndose a la conversación de su novia y su amiga.

—¿Cómo?.—Violeta no pudo evitar ponerse celosa.—Qué ilusa yo al creer que estaba mal por lo que había pasado entre nosotras, pero no, está con Ruslana. Que fácil se olvidó de mí.—Denna amaba mucho a Violeta pero sabía que a veces su amiga era idiota, la miró mal antes de opinar.

—Mi moradita, te lo mereces.—Violeta se sintió desplazada al no contar con el apoyo de su mejor amiga.—¿cómo vas a elegir a Matthew? Es un idiota.

—No hables así de mi novio, Almudenna.—dijo indignada.

—Tú decidiste por ambas, es tiempo que le des su espacio y la dejes ser feliz.

—Amor, no seas dura con Violeta.

—Mi amor, Violeta tiene que entender que no puede tenerlo todo, era Chiara o Matthew, pero no a ambos, no puede jugar a dos puntas, no puede pretender que Chiara la va a esperar mientras juega a ser noviecita de Matthew.—Denna también quería mucho a Chiara, estaba enojada con Violeta.

La situación quedó tensa en Violeta y Denna, en el fondo la pelirroja sabía que su amiga tenía razón, pero aún así le ardía la sangre de imaginarse escenarios ficticios sobre lo que estarían haciendo Chiara y su ex novia.

Violeta durante la reproducción de la película, comenzó a reflexionar sobre sus acciones, y decidió que tenía que hablar con Chiara, por último tener una convivencia sana en la habitación, pero por la noche ella no llegó y tampoco Ruslana.

Violeta las acusó con la supervisora de turno, pero ella no le hizo caso, también había sido sobornada por Ruslana.