Tres

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-A ver Rosie, esto es muy sencillo, haremos esto.- Lisa se rasca la cabeza buscando una forma de explicarle a Rosé, se sienta detrás de ella para guiarla en el experimento.
-Toma el recipiente profundo, coloca las tres bolas de naftalina, ahora coloca dos cucharadas de bicarbonato, y ahora colocamos tres cuartas partes de agua y por último agregaremos vinagre muy lentamente.- Lisa iba tomando la mano de Rosé guiándola paso a paso, la rubia emocionada voltea a ver a Lisa al ver el resultado de su experimento, la castaña se pone tensa al ver a Rosé tan cercas de su rostro.

-Esto es genial Lili, Lisa.- Se corrige de inmediato Rosé viendo a Lisa tan cercas suyo.

-Te explicare, cuando mezclas el vinagre con agua y el bicarbonato se forman las burbujas de dióxido de carbono y se pegan a las bolas de naftalina, provocando que suban y bajen.- Lisa explicaba y Rosé escuchaba, por primera vez no se sentía aburrida con una explicación.

-Lisa, ¿que quieres estudiar? ¿Ya sabes a qué universidad irás?- Pregunta Rosé poniéndose de pie.

-¿A donde vas?-Pregunta Lisa viendo a la rubia moverse.

-A la sala, está más cómodo allá.- Responde Rosé con su mochila en hombros.
-¿Y bien?-Pregunta la rubia, Lisa ya iba tras ella.

-Pues, quiero estudiar medicina, y quiero ir a Harvard.

-Vaya, pensé que seguías soñando con estudiar sistemas o algo así.- Responde Rosé.

-Si, cuando tenía quince y las redes sociales y los hackers era lo genial.- Se burla Lisa.
-¿Y tu?

-Yo también quiero ir a Harvard, pero en la carrera de artes, aunque con química, siento que sería más fácil aprender artes en clases de verano o en cursos en línea que lograr ser admitida en la universidad.-Dice Rosé decepcionada dejándose caer en Lisa que estaba sentada en el sofá.

-Rosé, deberías comportarte, salgo con tu mejor amiga.- La regaña Lisa.

-Lo siento, pensé que podíamos seguir siendo amigas, como antes de Jennie.- Le dice Rosé.

-Antes de Jennie, nosotras no éramos amigas.- Dice Lisa con Rosé aun en sus piernas, viéndola a los ojos.

-Oh.- Rosé bajo la mirada, y lisa solo pudo ver los labios de Rosé, su piel tan blanca, y tenerla en sus piernas.

-Porque tú me gustabas.- Dice Lisa acercándose a los labios de Rosé, la rubia más que feliz acepta a la castaña enredando sus brazos al cuello de Lisa, Lisa de inmediato sintió la diferencia con los besos de Jennie, este beso era un beso de alguien que quería que la besara, alguien que no quería que la soltara, de inmediato provocó que su cuerpo reaccionara, nerviosa porque aunque estaba por iniciar la universidad, y era la chica más popular, y sobre todo, tener novia, aún era virgen, no por voluntad, porque su novia siempre la detenía, Rosé jadeo al sentir el miembro de Lisa sobre su trasero meneándose en el provocando jadeos en Lisa.

-Rosie.- Dice apenas en un hilo Lisa, la rubia baja su mano al miembro de la castaña acariciandolo sobre el pantalón.

-Lisa por favor, dime que tienes preservativo.-Ruega Rosé, Lisa apenas logra decir que si sobrexcitada de tener a Rosé acariciando su miembro.
-Vamos a tu cuarto.-ambas se levantan y sin detener sus besos caminan a la habitación, ambas nerviosas sin ninguna admitir que era su primera vez, no saben que hacer.

-Buscare los condones.-Dice Lisa caminando al baño de su habitación.

-Si, si está bien.- Responde Rosé quitando su chamarra, tenis y bajando el zipper de su falta.
Lisa regresa con los preservativos, baja su pantalón y bóxers liberando su largo y delgado miembro, Rosé solo la observa como si nunca hubiese tenido un pene frente a ella, Lisa trató de actuar como una experta colocándose el codón como su padre le había enseñado, en ese momento quería reír al recordar a su nervioso padre explicándole con un banano y luego con un pepino, era la primera vez que lo hacía en una situación real, una vez colocado comienza a desnudar a Rosé, cuando termina, aprecia la desnudez de la rubia, era la primera vez que lo haría, era la primera vez que mantenía relaciones, y una parte de ella se sentía feliz de que fuese con Rosé, aún cuando sentía un poco de culpa, por tener novia.

-¿Todo bien?- Pregunta Rosé casi con miedo de que se hubiese arrepentido.

-Todo está muy bien.- Responde Lisa coqueta sonrojando a Rosé, Lisa comienza a entrar en la rubia, como niña curiosa quería ver cómo se veía su miembro entrando en Rosé, y cuando ve un pequeño hilo de sangre entiende que no era solo la primera vez de ella.
-¿Estas bien?

-Si, si lo estoy, solo, necesito acostumbrarme.- Avisa Rosé tomándose de los hombros de la castaña.

-Bien, tu, lo haremos a tu ritmo.- Dice Lisa sintiendo las paredes de Rosé acomodándose a su tamaño, la rubia solo asintió apenada.

-Tranquila, también, también es la primera vez para mi.-Admite apenada Lisa, Rosé solo asiente con su piel totalmente roja.

-Ya, ya puedes, ya puedes moverte, dice Rosé, Lisa la toma de las caderas y termina de entrar lentamente en la rubia, que se arqueó al sentír mayor invasión, poco a poco ambas comenzaron a disfrutar esas nuevas sensaciones, sin darse cuenta del tiempo qué pasó, ambas se quedaron dormidas con el cansancio de esa nueva actividad.

Lo improbable Donde viven las historias. Descúbrelo ahora