Azul

cap 2

No es mi historia todo derecho es para

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Hubo cinco etapas de duelo.

Cada uno de ellos desempeñó un papel cada vez que un individuo pasó por una experiencia traumática. Ya sea muerte, lesión o cambio, las cinco etapas iban juntas como una baraja de cartas. La primera carta que siempre se sacaba era la negación. Ensombrecía al individuo como una mala broma o un terrible juego de palabras.

El fauno de dientes de sable se atragantó con la comida.

¿Planeaba repoblar? ¿Planeaba repoblar?

¿Qué clase de pregunta absurda era esa?

Al toser la comida, resolló y resopló como si no hubiera mañana, mientras sus pulmones morían. Es curioso, a pesar de su necesidad de respirar, todavía encontró una razón para reír. Porque sólo Yang haría una pregunta tan lasciva.

Con una sonrisa presente, Jaune sonrió con sus colmillos, esperando parecer depredador. "Ja, ja, muy gracioso, Yang."

"¿Qué?" Bromeó mostrando sus propios dientes. "Es una pregunta honesta. Como eres único en tu especie, no puedes simplemente dejar que esos genes Fauno se extingan nuevamente. Papá tiene que mantener el linaje".

Él se burló. "Bueno, papá sólo tiene diecisiete años".

Weiss empujó a Yang lejos, libre de su posición de apoyabrazos, pero ella solo sonrió. "No escuché un no".

Le arrojó un poco de maíz en represalia y mordió su comida. Esto iba a ser un bucle infinito si no lo detenía ahora. Y su comida atraía su participación. Las carnes y los esponjosos panqueques pedían ser devorados. Yang no iba a interponerse en su camino. Ozpin ya había robado el pescado.

A su lado, sus nuevos oídos captaron el gemido de Nora en el instante en que sus dientes se hundieron en un panqueque. Una rápida mirada por encima de su hombro reveló a la Valquiria husmeando tristemente en su ensalada, esperando recuperarse de los alimentos que no rebotaban. Había una atmósfera de tristeza con los hombros encorvados. Jaune casi se sintió mal.

La palabra clave era casi .

Jaune mantuvo su decisión y masticó su comida. Un líder intrépido debe ser duro cuando sea necesario, misericordioso cuando sea necesario y exigente cuando se le solicite. Ninguno de esos factores se aplicó aquí. Esta fue una buena venganza a la antigua usanza. No importaba si apreciaba su nueva herencia Fauno, dejándolo a cargo de la futura limpieza del aula y la ira del Profesor Goodwitch fue más que suficiente para inducir una venganza relacionada con la ensalada.

Disfrutando del caos que reinaba en la mesa, todos comieron a su ritmo habitual, volviendo rápidamente al ritmo de un Faunus Jaune. Con ritmo o no, ese silencio sólo duró un tiempo antes de que Ruby temblara como una hoja en su asiento.

"¿Entonces?" Se preguntó Ruby. "¿Crees que esos nuevos oídos de Fauno pueden ayudarte en tu entrenamiento? Tal vez puedas escuchar a alguien que viene desde una milla de distancia".

Movió las orejas ante la idea. "En realidad, no lo sé, no pensé con tanta anticipación. Todavía me estoy acostumbrando a todo, ¿sabes? Todavía me estoy acostumbrando a lo bien que sabe la comida ahora".

"¿Quizás podrías pedirle ayuda a Blake?"

Todos los ojos se volvieron hacia el Fauno escondido, esperando su respuesta. De alguna manera volvió a sumergirse en su libro y esperó que todos captaran la indirecta. Pero ese fue su primer error. Las chicas del equipo RWBY no hicieron caso de las indirectas. Se movían como un depredador y acechaban su desgana como un delicioso trozo de atún. Y su precioso libro resultó ser un terrible escondite en un mar de ojos.