𝐅𝐨𝐫𝐞𝐯𝐞𝐫| Percy Jackson

Episode OO

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La vida le daba una lección, el asiento trasero es como un castigo y eso lo sabe su madre, se volvió a pelear con un niño por insultar su cabello, obviamente tenia que enterrarle un lápiz en la mano, bueno lo intento hasta que apareció algo, algo que no sabría como describir, una cosa rara, muy rara, tan rara que no podía ser real por que era como una criatura mitológica griega, es imposible que existan.

Suspira mientras ve la ventana, lluvia, es linda si no fuera por los resfriados que la atacaban muy seguido.

El silencio me hace hablar —Mami, ¿Estas enojada?— Cuestiono mirando mis piernas con indicios de nerviosismos.

—No cielo, no lo estoy— Dice para después toser, al mirar su pañuelo noto la sangre, ella nunca me quiere decir que le esta pasando pero yo lo se, mi madre esta muriendo y no puedo protegerla.

Miro la ventana sintiendo el nudo en mi garganta evitando llorar, no puedo controlar mis emociones, soy débil, no puedo ayudarla, solo le traigo problemas, por no controlarme en la escuela.

Por el espejo noto un animal, no, un monstruo que esta atrás, suelto un grito hacia mi madre.

—¡Mama, hay una cosa, espantosa y muy fea por cierto!— Grito moviendome para fijar la vista en la extraña criatura, ¿Un minotauro?, pero no deberia ser real.

Mi mamá solo muerde sus labios, aumentando la velocidad para llegar a nuestro hogar, nos vamos a morir, evito mirar al monstruo mas por que si que esta feo y no quiero reírme por su aspecto.

Quiero luchar, mi ego me hace creer que si le ganaría en una pelea.

—Estaremos bien— Exclama, una frase que suele utilizar con todo, los problemas en la escuela, su enfermedad, mis preguntas sobre mi padre, todo.

—No lo creo si nos sigue persiguiendo esa cosa mitológica— Andrómeda habla mirando a la criatura sacándole la lengua. 

Tenia miedo, claro que tenia miedo no es suicida ni nada por el estilo, pero no iba a mentir que aquel monstruo le daba adrenalina, y le encantaba la adrenalina.

Me retracto, casi voltea el auto, mi mama me agarra para salir del auto y correr a mi casa, ella se ve asustada, un enojo crece en mi interior, maldito minotauro que nos persigue, ¿Como se atreve?. 

La señora se sentía desesperada queriendo que su hija este a salvo, la llevaría al campamento mestizo, aunque no quisiera, no quería alejarse de su niña, fue lo único que se quedo de Ares al momento de descubrir su identidad como Dios, como madre trato de tenerla consigo tanto tiempo como pudiera, pero llego el momento de separarse para que ella pudiera estar segura de todos aquellos peligros, Andrómeda debía sobrevivir a costa de cualquier cosa. 

Andrómeda solo vio como su madre buscaba una maleta desesperada, ella solo pudo mirar la ventana viendo como el monstruo soltaba gruñidos oliendo algo, un rastro, parecía apunto de derribar cualquier pared y eso le dio miedo.

Su madre normalmente tenia un plan para todo, pero enserio para todo.

¿Se irían de vacaciones y ella no sabia?, el monstruo sigue ahí, seguía sin entender todo lo que le estaba pasando en minutos.

—Hija, te explicare en el camino.— Dice por fin encontrando la mochila, una que no había visto nunca en sus memorias.

—Supongo que si pero ¿A donde vamos?¿Qué esta pasando?— Cuestiono al ver como mi madre va por otro carro, ¿Olvide mencionar que somos ricos?, mi madre me hace entrar al asiento copiloto para después salir por otra salida de la casa. 

¿Qué esta pasando?

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Tenemos un problema, uno es que otra vez esa cosa nos esta persiguiendo, un minotauro, la otra es que según mi madre soy una semidiosa, y la palabra de mi madre es Ley. 

Mi madre acelera tanto como puede, noto sus emociones, ¿Qué?, trago en seco cuando mi madre me hace sostener la mochila.

—¿Recuerdas todas las cosas sobre la mitología Griega?— Cuestiono, asentí, me quedaba horas leyendo y comparando mitos de diferentes mitologías, la griega es una de mis favoritas.

—Son reales, tu padre, tu padre es un Dios, el Dios de la guerra...— Susurro lo ultimo mientras le tiemblan las manos.

—Ares— Susurro sin creerlo, ahora fue su turno de asentir sin mirarme, no podía, debe ser un sueño, prefiero ser hija de Posesión, mi madre no me miente, menos de esta manera, y ahí un monstruo siguiendo el auto, como si fuéramos su presa.

Corrección, somos sus presas.

—Vas a estar segura en el campamento mestizo— Exclama queriendo también confiar acerca de eso.

—¿Puedo negarme? Quiero estar contigo aunque pueda morir— Digo apretando mis puños sintiendo un nudo en mi garganta sin poder procesar todo esta información, un tic en mi cabeza me hace cerrar los ojos.

—No, Andy se que esto es difícil pero debes hacerlo, por mi.— Dijo apretando mi mano acariciándola para volver al volante.

Asiento con la cabeza reteniendo las lagrimas, no quiero por favor, no quiero, no quiero tener que separarme de mi madre de esta manera nuevamente, aunque si es cierto que Ares es mi padre es algo bueno, Ares es uno de los mejores padre según la mitologia.

Lastima que te termine perdiendo para siempre ese día sin mas, ni una despedida, solo te fuiste con mi niñez.

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