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¡Felicidades, encontraron al culpable!
¿Pero cómo sucedió?
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Aiden se encontraba amargado; disgustado, entre más que nada angustiado. Tenía varias cosas que decir y realizar, y el temor que lo devoraba por dentro simplemente hizo que algo pasará por su mente: "Un asesinato."
Los juicios anteriores habían sido fuertes, tenía consciencia de ello... y la oferta que se ofrecía a cambio de cometer un asesinato era tentadora.. espera, ¿no estaba pensando con todos sus tornillos, a que sí? ... Quizás no estaba tan cuerdo después de todo. Pero no era lo importante aquí, puesto a que ya tenía un plan en marcha; y nada ni NADIE lo iba a detener. -
Decidió esa misma tarde solicitar quedar con unos de sus compañeros de cuarto, Arthen en la sala especial del barman definitivo. Eran compañeros de cuarto; la confianza estaba en el aire, así que era como ganar la lotería en su pequeña mente. Hablaron, conversaron... Entre charlas y risas, Aiden le ofreció un trago y unos macarrones.
Su futura víctima los comió; no contenían veneno ni nada dañino. Claramente en este sitio todos pueden ser asesinados, pero Aiden necesitaba dejarlo vivo si deseaba hacer el "asesinato perfecto" por el momento... O mínimo que pudiera estar despierto antes de "dormir" para siempre.
