XIV

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Corazones rotos
cuales cristales
que se fragmentan
ante el suave y doloroso toque.
Velas que se apagan,
donde la cera
derretida es todo lo
que queda,
acompañado del último
suspiro del gris humo.
Ojos que se apagan,
por el hecho de que
el Hades llegó a ellos
ó, una inmensa tristeza
los invade.
Somos frágiles,
porque los seres humanos
nos rompemos
cuando no queremos
apagarnos como la vela.

Los (no) poemasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora