YOONGI
Me deslizo por la puerta del baño y me olvido por completo de que estoy desnudo hasta que mi trasero desnudo toca la fría baldosa. Sin darme cuenta, agarro la toalla que cuelga detrás de la puerta y me envuelvo en ella para entrar en calor. Porque hace apenas dos minutos estaba más caliente que nunca, pero mi ardor se enfría rápidamente y no deja tras de sí más que vergüenza.
—Dios mío, Yoongi. — murmuro, pasándome las manos por la cara.
Se oye un fuerte golpe en la puerta, pero apenas lo percibo. Estoy demasiado ocupado reviviendo los momentos más intensos y mágicos de mi vida bajo las manos y la boca de Jeon Jungkook. Me perdí completamente en él, en lo que me estaba haciendo. Nuestra conexión era tan real. Mi corazón incluso se involucró, latiendo como si hubiera encontrado su llama gemela. Mientras tanto...
Solo me tocaba para meterse en la cabeza de mi acosador.
No porque quisiera.
No. Probablemente Jungkook está ansioso por encontrar a mi acosador lo antes posible, para poder deshacerse del pesado hermanito de su mejor amigo. ¿No se opuso a que me quedara cuando llegué con mi hermano? Sí, definitivamente está ansioso por echarme. Admito que su método para localizar a la persona que me ha estado aterrorizando es inusual, pero ¿qué sé yo de desenterrar a un acosador? Su plan tenía sentido cuando me lo explicó. ¿O simplemente me estaba ahogando en su magnetismo? ¿Distraído por la forma reverente y ligeramente brusca en que me tocaba?
—Yoongi. Estoy a dos segundos de derribar esta puerta.
Esas palabras me traen de vuelta al presente. — ¿Por qué?— Resoplo en el dorso de mi muñeca. — ¿Necesitas ir al baño?
—No, no necesito ir al baño. Necesito no tener esta maldita puerta entre tú y yo. Necesito saber por qué huiste de mí.
—Oh. — Con un gesto de dolor, dejo caer la cabeza contra la puerta. ¿Por qué siempre tengo que ser tan impulsivo? ¿Cómo se supone que voy a explicarle mi fuga? Bueno, verás, siempre he estado enamorado de ti, pero ahora que me has tocado de una forma que nadie me ha tocado nunca, creo que podría estar profundamente enamorado. Humillante. No digas eso. —Es que... bueno, nunca había tenido una experiencia así y creo que me ha atrapado desprevenido.
Se produce una larga pausa. —Abre la puerta.
— ¿Me concedes un minuto?
—No. — ¿Es ese ruido sordo su frente golpeando la puerta? —Te puedo atrapar desprevenido mientras te sostengo, Yoongi. No estaba pensando. Yo...
Me giro y miro hacia la puerta, como si tuviera visión de rayos X. — ¿Qué?
—Quizá a mí también me atrapó un poco desprevenido.
Se me corta la respiración. — ¿Por qué?
—No debería haber disfrutado tanto besando al hermano pequeño de mi mejor amigo.
— ¿Lo disfrutaste?— Pregunto, incapaz de mantener la esperanza sin aliento fuera de mi voz.
Un bufido me llega a través de la puerta. —Yoongi, ¿crees que mi polla podría ponerse tan dura si no estuviera disfrutando?
—No sé cómo funcionan las pollas. — respondo a la defensiva.
Lo oigo respirar agitadamente a través de la puerta. —No me gusta que seas tan jodidamente... entrañable cuando no puedo verte ni tocarte, Yoongi. No me gusta que me apartes de lo que es mío. ¡Abre la puerta! — termina con un bramido.
Oh, ya veo, sigue intentando aventurarse en la mentalidad de mi acosador.
Supongo que debería dejarlo.
