tres NO son multitud

El que calla otorga

Los días transcurrieron, como Pansy lo prometió sería un dolor de huevos para Malfoy. De coincidencia la mayoría de sus clases eran combinadas las serpientes con los leones, para más indrí del asunto se encontraban los tres tomando aquellas clases donde les tocaba verse las caras

La pelinegra no se ponía tímida a la hora de elegir pareja cuando los profesores les pedían ponerse en pareja de dos, de inmediato se iba con Granger.

Y Malfoy aun no podía al sol de hoy entablar una conversación, bien con la castaña y vaya que le molestaba, pero sin duda lo que le irritaba aún más era, esa intrusión de parte de Parkinson, ella tiene tanta confianza en si misma y no duda al abrir la boca, para acercarse y hablar con Granger, ni siquiera podía entender como Parkinson, no se sentía como la mierda despues de tanto abuso y odio de parte de ellos hacia Granger y sus amigos. Por que el vaya que se sentia asi y mas, el odio y la culpa, no lo dejaban estar tranquilo y claro tampoco ayudaba el hecho de que ella estuvo en su mansión de rehn sangrando, siendo torturada y los gritos de horror de Granger aún era el eco que reposaba en su mente. SI, quizá por lo mismo no hallaba cómo acercarse a Granger ni disculparse o iniciar una conversación 

Las veía desde su lugar, veía como aquellas mujeres rivales poco a poco se acercaban más para entablar una amistad, pero claro las intenciones de su compañera eran otras

El debía ser, el que estuviera hablando con ella pero, se petrificada al verla

Su paciencia se ahogó cuando, Parkinson le cago encima, su momento en donde el tenia toda la intensión. Precisamente ese hoy se habia despertado con tal animo motivado, feliz, dispuesto a cruzar lo que fuera para dejar de callar y ahogar ese sentimiento que le rondaba cada vez que quería conversar con ella, ya no tenia sentido seguir guardándolo ese sentir y menos iba a tener sentido en cuanto se disculpara con ella 

Y entonces ahi se encontraba Draco Malfoy en medio patio y ahí estaba ella  en un tiempo libre, en el patio trasero grande de Hogwarts, la castaña estaba sorpresivamente  sola, ahora por ser  ella  figura pública le era casi imposible encontrarla a solas, sin que alguien la acompañase o se juntasen con ella en el resto del dia. Si estaba sola leyendo, era su oportunidad. 

Leía tranquilamente, con el uniforme mundano gris de la parte de arriba y una falda en la parte de abajo, le sentaba bastante bien aquel "estirón" se veía como nunca y esas gafas sexys que adornaban su neutral y precioso rostro

Sentada en el pasto y sus piernas en posición de mariposa, su espalda reposaba en un enorme pilar, su concentración, su mente inmersas en aquel libro que sostenía en ambas delicadas manos..

Solo tenia que llegar y decirle...
Empezar un nuevo ciclo como personas transformadas y proclamar únicamente la paz
Y más adelante poder expresar su devoción hacia ella
¿Que tan complicado podía ser?

El chico llevaba un paso seguro acercándose cada vez más a la chica.

De alguna manera ella sintió la presencia del rubio y alzo su mirada, antes de poder decir nada o gesticular

¡Parkinson hahaha con parkinson maldición! ¡MALDICION! ¡¡MALDITA MALDITA SEA!!

Había llegado campante de sorpresa hacia granger, a jalarle el cabello  juguetonamente, lo que la hizo dejar de ver hacia el rubio y voltear a ver a la pelinegra, sonriéndole divertida.

Enseguida aquella se acomodo a su lado, levantándole ligeramente la falda, con la yema de los dedos los movía en circulo provocando en la castaña, un escalofrió agradable. Ella siguió sin que su compañera se apartara o hiciera alguna cara de asco, estaba cómoda en confianza

Pero sus bocas no paraban de hablar, mientras se sonreían, estaban algo cerca por lo cual no había necesidad de hablar alto.

Quien sabe de que mierda hablaban para que estuvieran tan sonrientes y tuvieran esa cercanía, no le cuadraba en la cabeza como Granger podía permitir que Pansy le rozara de esa manera la rodilla