Charles Leclerc

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Llevaba 3 horas trabajando en la nueva sesión de fotos de la Scuderia Ferrari para presentar sus nuevos trajes de la temporada 2024 y esto era un no parar. Las fotos no gustaban, los trajes se arrugaban y todo recaía en mí, me estaba agobiando mucho y necesitaba un descanso pero no se podía parar, necesitaban las fotos para mañana.

-Necesitamos esto ya, no podemos parar y estas fotos son horribles - mi jefe no sabe decir nada agradable, las fotos son buenas, los pilotos están bien, todo es su mente de mierda.

-Señor, la fotos están bien y la edición es inmejorable.

-¿Tú te oyes? ¿En qué puta universidad has estudiado? Estas fotos son muy malas, si lo sé no te hubiera puesto al cargo de esto, me has decepcionado - mis ojos empezaron a aguarse y todos en esa sala estaban pendientes de nosotros.

-Disculpe señor, no creo que sea maneras de hablar a la señorita después de todo el esfuerzo que ha puesto desde primera hora - el joven piloto había salido en su defensa.

-Joven, no interrumpa y haga el favor de no entrometerse - este hombre estaba perdiendo los nervios.

-Con el debido respeto se entromete si le apetece y más aún si está tratando mal a alguien - ahora el otro piloto interrumpió.

-¿Ahora usted? -enfadado empezó a salir del cuarto. -Señorita, usted y yo ya hablaremos sobre su puesto pero no estoy nada contento - me lanzó el cuaderno con sus anotaciones a los pies y cerró de un portazo, dejando a todos los presentes mirando el cuaderno y en silencio por el estruendo de la puerta.

Salí corriendo con lágrimas en los ojos en cuanto sus miradas se fijaron en mí, nunca me ha gustado ser el centro de atención y menos si he hecho algo mal, como es el caso. Dejé el cuaderno en el suelo y me dirigí a los camerinos, me daba igual todo, asumía que me iba a despedir en cuanto Ferrari le pagara la parte del trabajo, y eso no me aseguraba que yo llegara a recibir mi parte. Al entrar en el primer camerino que vi, cerré la puerta y me deslicé por ella acabando en el suelo, donde derramé mis lágrimas con toda la fuerza que me permitía no hacer ruido para que nadie pudiera entrar a decirme algo. Estaba hasta las narices de que nadie valore mi trabajo, no soy la mejor pero tampoco hago malas fotos y nunca he recibido una queja del equipo de Ferrari en todo lo que hemos trabajado juntos. Empecé a tranquilizarme y me levanté para andar hacia el espejo, tendría que limpiar mi cara antes de volver allí. Fortando mis ojos para quitar los restos de lágrimas, oí como la puerta de abría y al mirar hacia la puerta le vi a él, a Charles, quién me había defendido de mi jefe hacía 20 minutos.

-Estás aquí, te traigo esto - se acercó a mí y dejó el cuaderno sobre el tocador. -Espero que estés mejor, no merece la pena que te disgustes por ese imbécil - acarició mi mejilla y me acercó a él para abrazarme.

-Lo que me jode es que me traten así, que no valoren mi esfuerzo, llevo desde las 6 de la mañana aquí planchando trajes, retocando fotos y arreglando todo para que estas últimas fotos sean buenas y poder enviarlas para que Ferrari las suba a sus redes. Aún así ya le has oído, las fotos son una mierda y no tengo ni talento ni valor.

-Ni se te ocurra pensar eso - cogió mi cara para que le mirara. -Eres una fotógrafa excelente y nada puede cambiar eso, me encanta cada vez que nos haces fotos y te recuerdo que Carlos tiene una en su casa de la última sesión, que nadie te diga que no vales porque vales muchísimo chérie.

-Gracias Charles, necesitaba que alguien me dijera algo bueno hoy - me acerqué a su cara y besé su mejilla. -Te quiero, mucho.

-Yo más, dame un buen beso anda - ambos reímos y me abrazó para besarme durante unos largos 10 minutos.

....

Estábamos en la reunión con el equipo de la Scuderia para que vieran el resultado de la sesión, con permiso de Fred yo estaba sentada junto a él y los pilotos, ventajas de ser la novia de Il predestinato. Los cuatro estábamos hablando hasta que mi jefe apareció por la puerta y dio comienzo la reunión.

-Fred, me gustaría pedirte perdón en nombre de mi empresa por el trabajo que has recibido - dirigió su mirada hacia mí. -Mi empleada no demostró estar cualificada para el puesto -Carlos sujetó a Charles para que no le matara y este apretó su agarre en mi mano.

-No sé de que hablas -mi jefe se quedó en blanco- , a mí me han enviado un trabajo excelente e incluso las fotos que serían para tomas falsas, son increíbles. Me han contado lo que pasó ayer así que creo que deberías disculparte con tu empleada.

-Ni en broma, lo que dije lo mantengo.

-Pues de verdad lo siento, no quería llegar a esto pero bueno - Fred se levantó y le entregó un dossier con las fotos y un contrato. -Pídele disculpas a la nueva fotógrafa oficial de la Scuderia Ferrari en Fórmula 1, no necesitaremos más la ayuda de tu estudio, con que la señorita Amelia trabaje, no es más que suficiente y su trabajo es increíble.

A este punto estaba flipando, me giré a ver a Carlos y Charles y ambos me guiñaron un ojo, esto era cosa suya seguramente. Charles me acercó a él por los hombros y dejó un beso en mi mejilla, no podía tener tanta suerte ahora mismo. Mi ex jefe, que bien sentaba decirlo, salió por la puerta enfadado y no volví a verlo en años. Fred se giró hacia mí y me felicitó por mi trabajo y por mi puesto, después de agradecerlo y abrazarle de la emoción, me chivó quién le ayudó a decidir:

-No me agradezcas a mí, fue tu novio quien me dejó tu portfolio en la mesa y me enseñó las fotos de ayer. Bueno chicos, yo me voy, nos vemos en la pista.

Carlos y Fred salieron de la sala y nos dejaron solos al monegasco y a mí.

-No puedo creer que hicieras eso por mí. No te merezco Charles, eres el mejor novio del mundo - me lancé a sus brazos y le abracé muy fuerte.

-Es lo menos que podía hacer, además tendrás que viajar conmigo toda la temporada, te recuerdo que eres la fotógrafa de Ferrari en F1 así que vas a tener que seguir a cada lugar.

-No creo que eso sea un problema, mon coeur.

-¿Has estado aprendiendo francés? - preguntó el piloto tras besar mi frente.

-Tus hermanos y Pierre me han ayudado, era una pequeña sorpresa.

-Te amo, muchísimo.

Ambos salimos de allí camino al garaje con mi cámara en mano y una batería que no iba a tardar en llenar de fotos de mi novio, puede que Carlos se enfadara y tuviera que hacer horas extras, pero ahora era feliz y nada importaba.

Un nuevo capítulo de mi monegasco y piloto favorito. Tengo unas ganas locas de que empiece la temporada y ver si Ferrari consigue un podio bien bonito este año. Red Bull está en primera línea pero soñar es gratis. Espero que os guste la novela y os espero en el siguiente. Os quieroooo

Formula 1 MomentsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora